La única cerveza del mundo creada para catarla a 10.000 metros de altura.

Síguenos en las redes sociales y mantente siempre actualizado

La capacidad gustativa de una persona disminuye alrededor de un 30% durante un vuelo en avión. La altitud y la presión en cabina tienen la culpa. De ahí que ahora entiendas el típico comentario de que «la comida de los aviones no sabe a nada» que todos hemos soltado alguna vez. Pues bien, la aerolínea hongkonesa Cathay Pacific se ha propuesto resarcir a sus pasajeros (VIP, eso sí) ofreciéndoles la primera cerveza artesanal del mundo elaborada especialmente para ser degustada a 10.000 metros de altura. O a 35.000 pies, la distancia a la que suele volar un avión comercial.

La bebida en cuestión se llama Betsy, como el primer avión de la compañía, un Douglas DC-3 que operó durante la década de los años 40, al que pretende rendirle así homenaje. ¿Y qué tiene de exclusivo Betsy para amortiguar los perversos efectos de la altura? Una combinación de ingredientes y aromas británicos y hongkoneses que incrementan en un 10% la carbonatación, lo que estimula los receptores de sabor en la agua, esos que tanto se pierden durante el vuelo.

Para dar con esos componentes extra han colaborado con la compañía Hong Kong Beer & Co, que ha investigado entre sus expertos cerveceros para dar con la pócima mágica, en la que destaca sobre todo la miel, que proporciona notas florales agradables. Habría que sumar el exótico fruto ojo de dragón, conocido por sus toques ácidos y dulces con matices asiáticos. Lo que añade en su caso son propiedades texturizadas que generan una cerveza de trigo menos amarga que el resto, pero igual de sabrosa.

El resultado es una rubia tostada de fermentación alta totalmente artesanal que se une a la filosofía de vida de la aerolínea asiática: Life well travelled. O «viajar bien». Eso sí, quien quiera probarla tendrá que pagar por viajar en clase Business o Primera, ya que Cathay Pacific sólo la ofrece a estos pasajeros (así como en las salas VIP de los aeropuertos en los que opere) en los vuelos que unen Hong Kong con Europa, Canadá, Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda y en breve Tel Aviv (Israel). El resto de los mortales tendrán que conformarse con el clásico menú de cabina, aunque vista la buena acogida hasta el momento, están negociando venderla en los restaurantes y bares más selectos de Hong Kong.

Por: Isabel García – El Mundo