Boeing inicia los vuelos de prueba de su ecoDemonstrator 757.
Boeing ha iniciado una serie de vuelos de prueba con el ecoDemonstrator 757 que se extenderán a lo largo de varios meses, con el objetivo de evaluar nuevas tecnologías que permitan mejorar la eficiencia de la aviación comercial y reducir tanto la contaminación acústica como las emisiones de dióxido de carbono.
El constructor aeronáutico colabora en este proyecto con el grupo TUI y con la NASA, para evaluar las pruebas del ecoDemonstrator 757.
Desde su lanzamiento en 2011, el Programa ecoDemonstrator ha evaluado más de 40 tecnologías con un 737 Next-Generation y un 787 Dreamliner, informó el constructor.
TUI Group, el mayor grupo turístico del mundo, colabora con Boeing para reducir las emisiones de dióxido de carbono. La compañía europea, que incluye seis aerolíneas, trabaja en la reducción de sus emisiones y su impacto medioambiental en un futuro cercano mientras promueve estos procedimientos entre sus proveedores y clientes.
Estos vuelos de prueba con el 757 son la continuación del programa plurianual ecoDemonstrator cuya finalidad es acelerar las pruebas, la puesta a punto y la utilización de nuevas tecnologías y métodos que permitan mejorar el rendimiento medioambiental de la aviación.
«El ecoDemonstrator 757 constituye un paso más en nuestro compromiso de fomentar innovaciones tecnológicas para los programas de aviación actuales y futuros», ha destacado el vicepresidente de Desarrollo de Productos de Boeing Commercial Airplanes, Mike Sinnett.
NUEVAS TECNOLOGÍAS.
Boeing evaluará en el ala izquierda distintas tecnologías que permitirán reducir los efectos medioambientales sobre el flujo laminar natural. Por ejemplo, el ecoDemonstrator 757 pondrá a prueba un escudo Krueger para proteger el borde delantero del ala de los insectos.
El constructor tiene un contrato con la NASA para el proyecto ERA (Environmentally Responsible Aviation) con el objetivo de evaluar dos tecnologías con el ecoDemonstrator 757.
En el ala derecha, la NASA pondrá a prueba unos revestimientos ‘anti-insectos’ que permiten reducir la resistencia causada por los residuos de insectos, lo que permitirá aumentar el flujo laminar al eliminar turbulencias sobre la superficie del ala.
En la cola del avión, la NASA y Boeing están probando un control de flujo activo para mejorar el flujo de aire sobre el timón y maximizar su rendimiento aerodinámico.
El control de flujo activo podría mejorar la eficiencia del timón hasta un 20%, según las pruebas en túnel de viento, lo que podría permitir diseñar un estabilizador vertical más pequeño en el futuro.
Salvo aquellas innovaciones tecnológicas propiedad de Boeing, los nuevos conocimientos obtenidos por la NASA fruto de su colaboración con el programa ecoDemonstrator se harán públicos para beneficio de toda la industria.
Fuente: http://www.europapress.es/
Foto: Woodys Aeroimages
Líder en noticias de aviación