¿Por qué no baja el precio de los billetes de avión ahora que el petróleo es más barato?

Síguenos en las redes sociales y mantente siempre actualizado

¿Recuerdan el recargo por combustible impuesto por las compañías aéreas cuando los precios del petróleo comenzaron a subir?
Ahora, con el petróleo en el punto más bajo en 12 años, por debajo de US$30 por barril, ¿cómo pueden las compañías aéreas cobrar a los pasajeros con un recargo por combustible?
En realidad, en muchos casos no lo están haciendo.
Pero puede ser demasiado pronto para celebrar y hacer reservaciones para el próximo vuelo, pues las sobretasas al precio de los boletos aéreos no han desaparecido.
Simplemente las cobran por cosas distintas al combustible. Ahora son por… bueno, en realidad no está claro por qué concepto son, aparte del de ayudar a mantener los márgenes de rentabilidad de las aerolíneas.
En resumen: los recargos fueron creados como una manera para que las aerolíneas pudiesen distanciarse del creciente precio del combustible, de la misma manera que especificaban los montos correspondientes a impuestos gubernamentales.
El escritor de viajes Simon Calder explica: «Es una manera para que las aerolíneas digan que esto no tiene nada que ver con ellos, que no les echen la culpa por los incrementos de los precios».
Incluso cuando los precios del crudo empezaron a caer, por un tiempo los recargos por combustible eran aceptables porque las aerolíneas habían comprado combustible con anticipación, a los antiguos precios, cuando estaba caro.
«Y no olvidemos que el precio del petróleo se paga en dólares y el dólar ha estado muy fuerte el último año», aclara.
Imposible de defender

Esto quiere decir que los ahorros por el menor precio del crudo se han demorado en llegar. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) calcula que los últimos contratos de futuros, que obligaban a las aerolíneas a pagar precios altos por sus combustibles, se vencerán a mediados de 2016.
Incluso con ello, a medida que el precio del petróleo se desplomaba, se hizo prácticamente imposible defender la existencia del recargo.
Y más importante aún, las entidades regulatorias no iban a dejar que las aerolíneas se aprovecharan de los pasajeros.
En 2012, el Departamento de Transporte de Estados Unidos dictaminó que «cuando un componente de costo se describe como un recargo de combustible… el monto debe reflejar en la realidad un estimativo razonable de los costos de combustible por pasajero incurridos por la empresa».
Así que poco a poco el recargo de combustible ha ido desapareciendo.
Pero, ¿significa eso que los precios de los boletos han caído?
El economista jefe Brian Pearce asegura que «en 2015 los precios de los boletos aéreos en promedio cayeron en 5% (ajustados para variaciones en la tasa de cambio) y esperamos reducciones similares en 2016.
«Eso representa una reducción sustancial porque al mismo tiempo las aerolíneas están viendo un aumento en costos como la mano de obra y las tarifas aeroportuarias».
¿El final de los recargos?

Pero el punto interesante es cómo las aerolíneas han eliminado el recargo.
Algunas aerolíneas como Qantas y Virgin Australia se deshicieron de él por completo y lo absorbieron en su tarifa básica a principios del año pasado.
Muchas de las aerolíneas de bajo costo, como Ryanair, se jactan de que nunca tuvieron un recargo por combustible.
Otras se aferraron a la sobretasa, sobre todo en Japón, donde está estrictamente regulada y refleja con precisión la caída en el costo del combustible.
Pero muchas de las otras líneas aéreas, simplemente retiraron el recargo por combustible y lo sustituyeron por algo diferente, a menudo descrito como un «recargo impuesto por el transportador».
Pero no hay claridad acerca de qué significa eso.
Por ejemplo, la explicación de British Airways al respecto es la siguiente: «Los recargos impuestos por el transportador fueron introducidos en octubre pasado como respuesta a varios factores».
«Estos incluyen cambios en las prácticas de la industria y para ser coherentes con los cambios que han estado en vigor para vuelos procedentes de EE.UU. durante varios años.»
Lufthansa ofrece un poco más de detalle. Introdujo un «recargo internacional» en 2014. Su portavoz Boris Ogursky dice al respecto: «El recargo cubre costos fuera de nuestro control, tales como las tasas de control de tráfico aéreo, los pagos al sistema de comercio de emisiones y así sucesivamente.
«Es importante para el cliente comparar el costo total del vuelo con otras compañías aéreas. La tarifa total se ve influida por la competencia del mercado -. No es que estemos nosotros inventándonos recargos y poniéndolos en donde se nos ocurra.
«Es un mercado altamente competitivo.»
El viajero frecuente
En algunos aspectos, el nombre del recargo es irrelevante. Como dice Simon Calder: «Se le podría llamar un recargo por uniforme si así lo desean y podrían decir que es para cubrir el costo de los uniformes, no importa un ápice».
«Es sólo otra forma de cobrarle al pasajero».
Sin embargo, a los viajeros frecuentes sí les importa. En general, los puntos de viajero frecuente sólo pueden ser canjeados por las tarifas básicas.
Los recargos y los impuestos del gobierno, con algunas excepciones, tienen que ser pagados con dinero en efectivo.
Así, al designar gran parte de la tarifa como un recargo, las compañías aéreas pueden proteger sus ingresos de los descuentos y reclamaciones provenientes de los planes de viajero frecuente.
El resultado final podría sorprender a un viajero frecuente preparándose con entusiasmo para canjear sus puntos para comprar un boleto de British Airways entre Londres y Nueva York, por ejemplo.
Y se darán cuenta que, en algunos casos, sus puntos apenas pagarán menos de la mitad del valor del boleto.