La aerolínea PIA, de orgullo a sonrojo de Pakistán.
En otro tiempo orgullo nacional, una prestigiosa aerolínea con pasajeros como Jacqueline Kennedy y con un rol en geopolítica con el viaje secreto de Henry Kissinger a China, Pakistan International Airlines (PIA) se enfrenta a un incierto futuro con elevadas deudas y continuos escándalos.
Nacida en 1946 con el nombre de Orient Airways por orden de Alí Jinnah, padre de Pakistán, y nacionalizada en 1955, la aerolínea parece incapaz de recuperar sus antiguos altos vuelos por su mala gestión y continuos incidentes, que amenazan incluso con dejarla en tierra para siempre.
«Tengo que admitir que PIA carece de disciplina y responsabilidad. Todo está fracturado en diferentes grupos que benefician a sus miembros», concluyó esta semana Sardar Mehtab Abbasi, consejero de Aviación del primer ministro, Nawaz Sharif, ante un comité del Senado.
Abbasi recomendó recientemente, ante el comité especial del Senado sobre el desempeño de PIA, declarar en bancarrota la aerolínea y cerrarla, según el diario Tribune Express.
«PIA es gestionada por personas incompetentes y poco profesionales. El principal problema es la corrupción y la mala gestión», dijo a Efe el presidente del comité, el senador Mushahidullah Khan.
Para el político, en el pasado había menos competencia y la compañía no ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos.
En los años 60 y 70, PIA gozaba de un gran prestigio internacional y contó con prestigiosos pasajeros como la ex primera dama estadounidense Jacqueline Kennedy, que usó sus servicios en diferentes ocasiones.
En 1971, el entonces asesor de seguridad nacional de Estados Unidos Henry Kissinger voló desde Pakistán a China en un vuelo secreto de PIA para reunirse con los líderes del gigante comunista, en un viaje que ayudó a la posterior normalización de las relaciones entre Washington y Pekín.
La hoy reconocida Emirates Airlines se creó en 1985 con la ayuda de PIA, que le proporcionó asistencia técnica y administrativa, además de formar a su personal inicial y le alquiló aviones.
Pero en los 90 y especialmente la primera década del siglo XXI, PIA se alejó del prestigio: comenzó a acumular deudas, sus servicios decayeron y hoy sufre continuos incidentes.
La compañía acumula unos 3.000 millones de dólares en deudas tras perder el año pasado unos 240 millones.
Ahora es raro el mes que la aerolínea nacional no protagoniza escandalosos titulares. Esta misma semana, las autoridades británicas afirmaron que encontraron heroína en un vuelo a Londres de PIA, algo que ya ha ocurrido en el pasado.
A principios de mayo, los pasajeros denunciaron que el piloto de un vuelo Islamabad-Londres se echó a dormir en una butaca y dejó la aeronave en manos de un aviador aún en formación.
En febrero se supo que un mes antes siete pasajeros realizaron el trayecto de cuatro horas Karachi-Medina de pie en los pasillos del avión, una violación de seguridad al transportar un mayor número de personas de la capacidad de la aeronave.
En diciembre, 47 personas murieron cuando el ATR-42 en el que viajaban se estrelló contra una montaña en el norte del país, tras un supuesto fallo del motor.
Ese accidente elevó a 751 el número de pasajeros muertos en vuelos de la compañía paquistaní, según la Aviation Safety Network, que analiza la seguridad en la aviación.
En uno de sus más humillantes episodios, la Unión Europea prohibió durante varios meses en 2007 que los aviones de PIA volarán en su territorio por motivos de seguridad.
«Hemos sufrido algunos incidentes en los últimos meses. Los estamos investigando», dijo a Efe el portavoz de PIA, Mashood Tajwar.
El portavoz no quiso discutir las causas de los incesantes problemas de la compañía. «Nuestro principal problema es la falta de aeronaves. Si tuviésemos podríamos contar con más destinos y ofrecer más servicios», indicó.
El Gobierno estudia qué hacer con la aerolínea. Encima de la mesa la privatización o una brutal reestructuración que dejaría en la calle a muchos de sus 18.000 empleados, lo que ya ha provocado huelgas.
Khan indicó que están invirtiendo en la aerolínea con la ampliación de su flota de 18 aviones a los actuales 35 desde 2013 para recuperar la confianza de los viajeros y revivir su pasada gloria.
Días después del accidente de diciembre, personal de PIA sacrificó una cabra frente a un avión para atraer la buena suerte, una imagen que no contribuyó mucho a devolver la confianza y de la que aerolínea se desentendió al asegurar que había sido iniciativa de sus empleados.
Por: Jaime León – EFE
Foto: Lee Froggatt
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