IAG, Air France y Lufthansa frenan la caída de ingresos.
Los grandes grupos europeos, que mantienen el foco en la reducción de costes, prevén mejorar sus cifras por el buen tono en las reservas y porque la sobreoferta de plazas se está moderando.
Optimismo moderado en la industria aérea europea en el arranque del año. Lufthansa, IAG y Air France-KLM, los tres grandes grupos del Viejo Continente, acusaron en el primer trimestre el impacto de las divisas y el deterioro en el valor de algunos derivados, lo que llevó a dos de las tres (Lufthansa y Air France-KLM) a incrementar sus pérdidas netas y a IAG a reducir un 80% su beneficio entre enero y marzo, el periodo más flojo para las aerolíneas.
Sin embargo, las perspectivas son favorables por las mejoras a nivel de resultado operativo -Lufthansa logró su primer trimestre en positivo desde 2010 e IAG mejoró un 10%- y por la evolución del ingreso unitario (Rask, en la jerga aeronáutica). Aunque este indicador sigue cayendo por la sobrecapacidad de asientos -favorecida por el desplome del precio del petróleo- y por la agresiva guerra de precios -atizada por el low cost-, los ingresos que las compañías aéreas obtienen por asiento están suavizando su caída en los últimos trimestres y, en algunos casos, el descenso ya se acerca al 1%. El escenario que maneja la industria es que esta tendencia continúe. Sin embargo, la posibilidad de que los ingresos unitarios suban parece, por el momento, lejana.
Costes
Asimismo, el factor de ocupación de los aviones sigue al alza (Air France-KLM logra el mejor registro hasta marzo, al alcanzar el 85,4%) y las empresas están consiguiendo reducir, a moneda constante y sin tener en cuenta el impacto del combustible, el coste por asiento. IAG fue la que más ajustó sus costes unitarios (-3,9%), pero también sufrió la mayor caída de ingresos unitarios en el periodo (-3,1%). De las tres, Lufthansa fue la única que vio evolucionar al alza sus costes por asiento, lo que pone trabas a alcanzar el objetivo del 2,5% previsto para el conjunto del ejercicio.
El resultado es que, pese a la incertidumbre por el entorno geopolítico y la evolución del precio del combustible -una de sus principales partidas de gasto-, los principales grupos aéreos anticipan un buen verano y un 2017 por encima del año pasado. Y advierten de que la racionalización está llegando al mercado y el crecimiento exacerbado de los últimos años empieza a frenarse.
Lufthansa, que acaba de completar la integración del 100% de Brussels Airlines en su perímetro, espera una «evolución de ingresos unitarios menos negativa que en 2016». El grupo alemán, que en 2016 se vio afectado por la huelga de pilotos -con un impacto de 100 millones-, prevé «unos ingresos significativamente más altos y un aumento de 500 millones en el gasto de combustible de los que 200 millones vienen por el crecimiento orgánico y el resto, por la consolidación de Brussels Airlines». Mientras, Air France-KLM califica como «resiliente» tanto el primer trimestre como el nivel de reservas para el periodo abril-junio. El grupo, que seguirá trabajando para bajar los costes unitarios -el objetivo es un descenso del 1,5% en 2017 a tipo de cambio constante y excluyendo el carburante-, mantendrá una política de inversiones prudente para tener flujo libre de caja positivo este año.
IAG, por su parte, sigue siendo la más rentable en términos de resultado operativo y margen, pese a ser la menor por volumen de ingresos. El hólding que integra a British Airways (BA), Iberia, Vueling y Level prevé que, en el segundo trimestre, sus ingresos unitarios mejoren a tipos de cambio constante respecto a 2016 y superar el beneficio operativo del año pasado (2.535 millones de euros). Según su consejero delegado, Willie Walsh, «el ingreso unitario será positivo en el segundo trimestre en el segmento premium y en turista». No obstante, el grupo podría verse obligado a reajustar sus previsiones tras el fallo informático en su buque insignia, BA, que afectó a 75.000 pasajeros el pasado fin de semana.
Progresión en el próximo semestre anticipa también easyJet. La low cost británica presentó hace unos días sus resultados del primer semestre fiscal, concluido el 31 de marzo, en el que los ingresos por asiento a tipos de cambio constante de la aerolínea, la única europea que reporta en libras, retrocedieron un 9,7%, hasta 46,32 libras, por el impacto del tipo de cambio. En la segunda mitad del ejercicio, no obstante, easyJet prevé que el retroceso se modere. «Las reservas para el verano están por encima del año pasado, lo que refleja que la demanda sigue fuerte», subrayó Carolyn McCall, consejera delegada de la aerolínea.
Por Yovanna Blanco – Expansión
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