Rolls Royce anuncia un plan de recortes y suspende el dividendo.
Rolls-Royce está desechando sus objetivos marcados para 2020 y suspenderá el dividendo final para apuntalar sus finanzas como fabricante de motores de aviación para clientes de todo el mundo. Unas finanzas que se han visto dañadas debido al profundo descenso del tráfico aéreo durante la crisis sanitaria del Covid-19.
Rolls Royce, uno de los nombres industriales más históricos de Gran Bretaña, estaba tratando de salir de una crisis de varios años a través de un plan de recuperació multianual. Ante la coyuntura actual, la firma ha suspendido su dividendo por primera vez desde 1987.
Los motores de la compañía propulsan los jets de fuselaje ancho de Airbus y Boeing, pero más del 60% de esa flota está ahora en tierra, según los datos de aviación del proveedor Cirium. Las aerolíneas pagan a Rolls-Royce en función de las horas de vuelo. En las últimas seis semanas, parón aéreo asociado al coronavirus fue de alrededor de 300 millones de libras (340 millones de euros), dijo Rolls-Royce en un comunicado este lunes. Se trata de un 50% menos en horas de vuelo en marzo, una situación que la compañía espera que se deteriore aún más en abril.
El director ejecutivo Warren East dijo que la empresa se centra en fortalecer su resistencia financiera, y como tal, estaría considerando la posibilidad de recortar sus gastos en efectivo, incluyendo la reducción de los costos salariales en su fuerza de trabajo en al menos un 10% este año. Rolls-Royce también dijo que había asegurado un 1.500 millones de libras (1.700 millones de euros) de crédito rotativo, con lo que su liquidez ascenderá a 6.700 millones de libras (7.600 millones de euros), para darle holgura financiera durante un potencial descenso prolongado.
Retirando su orientación previamente anunciada para 2020, y observando el incierto panorama actual, Rolls-Royce dijo que su junta directiva ya no estaba recomendando su dividendo final con respecto a 2019, lo que le supondrá un ahorro de más de 150 millones de euros.
La compañía dijo que las acciones para reducir los costos, incluyendo los proyectos no críticos de gastos de capital y recortes salariales, así como los aplazamientos para los altos cargos tendrían un beneficio de flujo de caja de al menos 750 millones de libras este año (unos 850 millones de euros).
Rolls-Royce también advirtió de que estaba anticipando una reducción en los volúmenes de entrega, mantenimiento y revisión de motores, que afectan a sus ingresos a largo plazo. El negocio de sistemas de energía del grupo, que suministra a clientes industriales, se espera que se debilite este año, dijo la compañía.
El analista de Jefferies Sandy Morris dijo que la actualización de Rolls debería dar a los inversores confianza en la capacidad de la empresa para hacer frente a la caída productiva.»Hay mucha liquidez. No hay acontecimientos preocupantes», dijo.
Las acciones de Rolls subieron un 13% en las primeras operaciones. Esos han perdido un 55% de valor en el último mes. Rolls-Royce dependen del sector aeroespacial: a través de él obtiene algo más de la mitad de sus ingresos, que fueron de alrededor de 15.000 de libras (17.000 millones de euros) en 2019, derivando el resto de sus negocios de defensa y sistemas de energía.
Por Cinco Días
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