Casi se estrella un Boeing 737 porque un copiloto oprimió el botón equivocado.
No ocurrió en el episodio de una caricatura. Desafortunadamente para quienes lo vivieron fue real y por poco cuesta muchas vidas. Ocurrió más o menos así. En pleno vuelo, el comandante de una aeronave se levanta para ir al baño. Algo usual, que no representa ningún peligro. Cuando regresa, su copiloto intenta abrirle la puerta pero oprime el botón equivocado. Acto seguido, el avión se pone bocabajo y desciende en caída libre mil 400 metros en 30 segundos.
Así fue, a grandes rasgos, lo que ocurrió a un Boeing 737-700 de la aerolínea japonesa ANA (All Nippon Airways), que llevaba a bordo 117 pasajeros. Ocho personas tuvieron que ser atendidas por sufrir heridas de poca consideración o por ataque de pánico. Afortunadamente, la cosa no pasó de ahí. Tal vez, lo que más molestia ocasionó entre los viajeros, fue el retraso de tres horas que tuvo el vuelo.
El incidente se registró el pasado 6 de septiembre, en la ruta que va desde la isla de Okinawa, entre Japón y Taiwan, a Tokio. Los expertos señalan que el único factor por el que las cosas no pasaron a mayores, fue la suerte. Esto, porque la aeronave no está construida para resistir las condiciones a que fue sometida. Existió el enorme riesgo de que el avión se partiera, antes de recuperar su estabilidad. Por suerte para sus ocupantes, todo quedó en una divertida anécdota.
Fuente: http://e-consulta.com
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