Debido al Mundial del 2014 y a los Juegos Olímpicos del 2016, las iniciativas portuarias, aeroportuarias y viales son una prioridad, dijo la jefa de Gabinete del Brasil, Gleisi Hoffmann durante la presentación de las últimas cifras del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC). El caso de Galeão es una doble prioridad, ya que servirá tanto para el campeonato como para las Olimpíadas, sostuvo.
Trabajos como la recuperación de fachadas y la sustitución de escaleras mecánicas y señales de tránsito, entre otras, ya están en curso. La autoridad aeroportuaria Infraero planea invertir cerca de u$s 470 millones en la terminal durante los próximos años.
La mayor parte de las obras se ejecutará en el transcurso de los próximos dos años. Durante el tercer trimestre se concluyeron algunos proyectos menores de mejora, como el pulido de los pisos de granito y la sustitución de revestimientos de cielos y luminarias reflectoras. Por el aeropuerto circulan cerca de 32.000 pasajeros diarios con destino a más de 32 ciudades nacionales y 19 internacionales.
Decisión tomada
Ni bien asumió, Dilma Rousseff decidió entregar a la iniciativa privada la construcción y operación de nuevos aeropuertos en Brasil, con el fin de preparar al país la llegada masiva de visitantes durante estos dos eventos deportivos de envergadura mundial. El anuncio recibió críticas del ala izquierda del Partido de los Trabajadores (PT), que siempre ha sido renuente al tema de las privatizaciones.
La nueva mandataria no cedió a las presiones y fijó el precio mínimo de subasta y el plazo de la concesión para los aeropuertos de Brasilia, Viracopos y Guarulhos, en Sao Paulo. Algunas concesiones son hasta 2031 y otras par 2041. La estatal Infraero, cuestionada por su ineficiencia en la administración de las terminales, tendrá una participación de hasta 49% en los consorcios que operarán los aeropuertos.
Según expertos consultados, las obras requerirán inversiones por más de u$s 1.600 millones. En agosto, ya fue entregado en concesión el aeropuerto de Sao Gonçalo d’Amarante, cerca de la ciudad de Natal (noreste), al Consorcio Inframérica, integrado por Corporación América y el grupo brasileño Engevis.
El grupo, que pagó u$s 106 millones en el marco de la licitación, operará la terminal por 25 años, con una prórroga de cinco, al cabo de los cuales el aeropuerto retornará a manos del Estado. Entre 2003 y 2010, el número de pasajeros aumentó 117% en los aeropuertos brasileños, pasando de 71 a 154 millones por año, y se estima que en 2014 habrá llegado a 225 millones.
Fuente: http://www.cronista.com/
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