La compañía aérea, que en la actualidad opera un promedio de 1.700 vuelos por día, tiene previsto reducir en hasta el 2% los despegues durante las próximas semanas tras detectar un aumento de las licencias por enfermedad de sus pilotos.
La tercera mayor aerolínea de los Estados Unidos se vio obligada a acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de su país en noviembre pasado, y desde entonces se halla inmersa en un complicado proceso de reestructuración.
Dentro de este contexto, a fines de agosto se conoció que American Airlines y su competidora, US Airways, ya iniciaron los contactos formales y el intercambio de información «confidencial» para explorar una posible fusión, según anunciaron en un comunicado de prensa.
El sector de las compañías aéreas estadounidenses continúa adelante con el proceso de reestructuración que arrancó en 2008 con la fusión de Delta Air Lines y Northwest Airlines, y que siguió dos años más tarde con la de United Airlines y Continental Airlines.
Líder en noticias de aviación