Un avión de Delta Airlines perdió parte de un ala al tratar de aterrizar en Buenos Aires.

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Un Boeing 767-300 de Delta Airlines que debía aterrizar en Ezeiza sufrió el desprendimiento de parte del ala derecha, lo que provocó preocupación en los 119 pasajeros que estaban a bordo provenientes de Atlanta.

La aeronave se desvió al aeropuerto Carrasco, de Montevideo, donde aterrizó sin inconvenientes. Los pasajeros afirmaron haber visto «chispazos» antes de perder parte de un flap.
A pesar del inconveniente, la empresa informó que la tripulación del Boeing siguió los procedimientos establecidos a causa de la tormenta que cubría el cielo ayer a las 7, momento en el cual el vuelo DL101 debía aterrizar en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini.
«Cuando faltaban 20 minutos para aterrizar, el piloto avisó que entrabábamos en una zona de turbulencia. Se veía todo gris y oscuro. En un momento vi volar un pedazo de ala; la vi volar con chispas», dijo a LA NACION Doris Moya desde el aeropuerto de Montevideo, donde se encontraba anoche con toda su familia. «El avión estaba bajando y volvió a subir a toda velocidad. Al rato el piloto habló y dijo que teníamos que hacer un aterrizaje de emergencia», agregó la joven.
Cuando el avión ya se encontraba en Carrasco, los pasajeros debieron esperar cuatro horas arriba del mismo. Luego pudieron bajar, pero la espera continuó en la sala de preembarque hasta las 19, cuando la empresa los trasladó a un hotel para esperar allí otro vuelo proveniente de Atlanta que los trasladará hoy hacia Buenos Aires.
«El ala estaba rota. Cuando estuvimos dentro del avión el piloto nos habló y dijo que había sido un problema meteorológico. Sólo mencionó que había sido un problema menor», continuó Doris.
Por otra parte, fuentes de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) informaron que la tripulación del DL101 nunca avisó que el avión tenía algún problema porque, de ser así, se hubiese desplegado el plan de aterrizaje de emergencia. «El piloto tomó la decisión de aterrizar en Montevideo al conocer las condiciones climáticas. Es una opción que tiene cada piloto en su plan de vuelo, donde se establecen aeropuertos alternativos para utilizarlos ante cualquier problema», dijeron. Además del vuelo DL101 , otro servicio de la aerolínea Lufthansa se desvió a otro aeropuerto.
Delta explicó, además, que la tripulación «notó una turbulencia de carácter moderado durante el proceso de desviación del vuelo» y que al aterrizar en Carrasco «observó un daño ligero en el borde de uno de las alerones del Boeing 767-300». En el comunicado oficial descartó que se haya tratado de un aterrizaje de emergencia. También la posibilidad de que la aeronave fuese alcanzada por un rayo, como especulaban algunos de los pasajeros que se encontraban en Montevideo.
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