Venezuela todavía le debe a Avianca US$240 millones.

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El presidente de Avianca, Fabio Villegas, habló en exclusiva con Dinero.com sobre las deudas de Venezuela, el traslado a ElDorado, entre otros temas. Como estaba previsto, en noviembre se regresará una parte de su operación al Puente Aéreo.
¿Cómo van los pagos de Venezuela?

Este tema sigue siendo complejo y todavía no tenemos un acuerdo definitivo sobre los pagos. El gobierno de Venezuela hizo una propuesta, nosotros hicimos algunas consideraciones alrededor de esa propuesta y estamos por definirlo. En la parte positiva, tengo que reconocer que se hizo una amortización importante de sus valores, Nosotros recibimos alrededor de US$45 millones asociados a la deuda de 2013 y obviamente nos parece un movimiento fundamental y seguimos un poco en la idea de tratar de formalizar ese acuerdo sobre el resto de la deuda que ha disminuido
¿Cuánto les hace falta por pagar?

Estamos hablando de alrededor de US$240 millones. De todas maneras nosotros seguimos operando a Venezuela con básicamente 2 vuelos diarios: un vuelo desde Bogotá y un vuelo desde Lima y le hacemos seguimiento al mercado para ver cómo se sigue comportando. Desde el primer trimestre del año hicimos una reducción teníamos 7 vuelos diarios a Venezuela y en este momento estamos operando dos.
¿Cómo avanza el proceso? ¿cuándo habrá acuerdo?

Nosotros seguimos en los niveles de operación que tenemos y en conversaciones. Resaltamos que hemos recibido pagos importantes y por lo tanto tenemos la expectativa de que ese acuerdo se formalice y que finalmente se llegue a completar. 
¿Con ese dinero qué deja de hacer Avianca? ¿cuál es el impacto en el negocio?

Esta deuda hace parte de los saldos en caja que tiene Avianca que son suficientes, fluctúan entre US$800 y US$900 millones dólares y realmente no representan ningún cambio o variación en las decisiones que nosotros estamos tomando. El impacto más importante viene por el lado de la operación, de la reducción del número de frecuencias. La manera como nosotros hemos tenido que ubicar esa capacidad dentro de la red. Esas son las decisiones más importantes que tenemos que tomar en este momento y obviamente seguir trabajando con el gobierno y los pagos de esas obligaciones.
Por otro lado, frente al tema del traslado de Avianca al aeropuerto AlDorado ¿cómo va este cambio?

Desde el punto de vista operacional y de los viajeros, el traslado ha sido exitoso. Efectivamente, es una operación diferente que tiene elementos positivos. Hemos avanzado y mejorado en lo que son las conexiones domésticas e internacionales, los tiempos de conexión han disminuido. Sin embargo, los viajeros estaban acostumbrados a las facilidades que ofrecía el Puente Aéreo y a las comodidades en tiempos de desplazamiento, que en ElDorado son mayores. Como lo habíamos planteado desde el principio, la idea es que en noviembre una parte de la operación regrese al Puente Aéreo y tener una operación mucho más equilibrada del 50% en ElDorado y 50% en el Puente Aéreo. Lo que pasa es que cuando hicimos el movimiento a principios de julio, nosotros teníamos que llevar todas las ciudades que garantizaran que las líneas de vuelo me mantuvieran. Por ejemplo en una ruta Bogotá-Medellín-Cali, no podíamos mover aviones de una Terminal a otra. Eso nos obligó, para poder hacer el movimiento, a que lo que trasladáramos a ElDorado fuera un poco más de lo que era realmente óptimo. 
Ha sido complejo…

Sí. Seguimos insistiendo en la necesidad de que el aeropuerto tiene que crecer. Apenas estamos en lo justo y obviamente Avianca y la industria aérea, en su conjunto, tienen intereses de crecer en el Aeropuerto de Bogotá y por eso, hemos llamado la atención del operador Opain y del propio Gobierno en la necesidad de buscar mecanismos contractuales que permitan crecer el aeropuerto y expandirlo para poder atender la demanda futura y los requerimiento de expansión del tráfico aéreo en la capital. 
¿Y qué les ha dicho Opain de otra ampliación de ElDorado?

Hay algunas propuestas que me parecen avances importantes, pero la verdad son insuficientes y le hemos hecho saber eso al gobierno. Lo que se ha venido planteando de crecimiento vale la pena desde luego, todo lo que podamos hacer bienvenido, pero hay que pensar más a largo plazo y dejar de ser cortoplacistas, ya estamos enredados. El Aeropuerto, como lo he señalado muchas veces, fue diseñado para 15 millones de viajeros en 2015 y ya tiene 25 millones, o sea que la discusión de si es pequeño en relación con las necesidades, sobra y lo que hay que buscar es soluciones. 
¿Cuál cree que sería la mejor solución?

El aeropuerto prevé sus mecanismos de expansión. En los diseños está establecido hacia dónde puede crecer, está diseñado lo que se denomina una H (mayúscula) y lo que hay por el momento construido es una h (minúscula) o sea que ElDorado prevé cómo crecer. Es cuestión de tomar la decisión y ejecutar los proyectos de expansión que requiere la industria.
Con respecto a los resultados de la compañía, estos han sido positivos ¿tienen contemplado abrir nuevas rutas?

Por el momento lo que estamos haciendo es aumentar un poco más frecuencias en destinos en donde operamos. Estamos consolidando el número de frecuencias a Barcelona, queremos llevar un vuelo diario, queremos aumentar la conectividad entre El Salvador y Lima con los principales destinos de Colombia, desde luego con Bogotá, pero también con otros mercados. Ya estamos conectando a Cali y a Medellín con El salvador y con Lima de manera directa, también queremos ampliar nuestras frecuencias en el Caribe y ya lo estamos haciendo en San Juan (Puerto Rico) y en Cancún. Queremos aumentar en número de vuelos más que nuevos destinos, después de abrir la ruta a Londres, la idea es mejorar nuestra cobertura en los destinos que estamos atendiendo.
¿Cuáles son las perspectivas para 2015?

El año entrante va a ser bien interesante porque vamos a tener la consolidación de la operación del Boeing 787. El primero nos llega en la última semana de septiembre, pero la verdad es que entre el 2014 y el 2015 nos deben llegar ocho Boeing 787. Esto va a representar una transformación en la operación de aviones de cabina ancha dentro de la compañía y tengo la seguridad de que los usuarios van a percibir una mejora sustancial en servicio. Tenemos una cabina ejecutiva de última generación en estos aviones, además de las ventajas que el avión en sí mismo ofrece al usuario: presuriza a una menor altura, tienen mayores niveles de humedad en el aire, la sensación de vuelo es completamente diferente en términos de ruido, de movimientos, de turbulencia, los tamaños de las ventanas, va a ser una experiencia de vuelo distinto y yo creo que además desde el punto de vista operativo, va a marcar una diferencia para Avianca.
¿Y cómo esperan cerrar el 2014?

Vamos a tener un año positivo. Obviamente, como ha ocurrido en toda la industria en América latina, ha sido un año en donde hemos tenido que enfrentar el impacto de lo ocurrido en Venezuela, no solo por el manejo de los saldos de dinero, que obviamente hay que trabajarlo, pero tal vez el mayor impacto y el mayor esfuerzo está en reacomodar la red a esa realidad, ya que Venezuela generaba un número muy importante de viajeros dentro de toda la red en toda la industria aérea en la región. En cuando a resultados, esperamos, como hemos anunciado, que nuestros márgenes estén alrededor del 7% y 8% durante el 2014, tener crecimientos del número de pasajeros en ese porcentaje de 7% y 8%, mantener niveles de ocupación alrededor del 78% y 79% para todo el año. En general yo creo que va a ser un año como han sido los anteriores, bastante positivo. 
¿Estas buenas perspectivas se verán en la acción de Avianca?

Uno espera que los mercados finalmente encuentren el valor no solo en los resultados, desde luego, pero además en las perspectivas de crecimiento y de generación de utilidades a futuro. Si bien lo que hacemos es lograr esos resultados y cumplir con nuestros objetivos de rentabilidad, esa es la labor de la administración, más que ver cómo se afecta el precio de la acción en el corto plazo. Si sentimos que el precio de la acción no está teniendo en cuenta todas las oportunidades de generación de valor y no lo decimos nosotros, realmente lo dicen todos los analistas de la industria. Y parte de las ventajas de estar en la Bolsa de Nueva York es que uno tiene una batería de analistas haciéndole seguimiento a la empresa y todos, de alguna u otra forma, señalan objetivos en el precio de la acción que está muy por encima del valor actual.
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