La enésima revolución del modelo de bajo coste de las aerolíneas.
Mientras las aerolíneas internacionales sufren la incertidumbre del Brexit y la amenaza del terrorismo, el mercado aéreo español experimenta su propio cambio de ciclo. La evolución y consolidación del modelo de bajos costes ha provocado un nuevo acercamiento entre el tráfico de las compañías tradicionales y las «low-cost». Después del crecimiento registrado durante la crisis y el estancamiento de los primeros años de la recuperación, los billetes baratos vuelven a coger peso en los aeropuertos nacionales.
Así lo demuestran las últimas cifras de Turespaña, institución dependiente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, que reflejan que entre enero y junio de este año las compañías «low-cost» transportaron 18 millones de turistas extranjeros hacia España. Las compañías tradicionales, por su parte, hicieron lo propio con 18,1 millones de pasajeros.
Ryanair se mantiene como el líder de este ámbito en España, con una cuota del 18% del mercado, más del doble que la posición de Vueling (7,9%) o easyJet (7,5%). Por aeropuertos, los preferidos continúan siendo Barcelona-El Prat, con el 26,5% del total y 4,8 millones de pasajeros, y Adolfo Suárez Madrid Barajas, que atrajo el 12,2% del flujo y 2,2 millones de pasajeros.
Cambios en el mercado
Los datos, que dejan un reparto del mercado prácticamente igualitario entre compañías aéreas tradicionales y aerolíneas de bajo coste (50,1%-49,9%), cobran mayor relevancia cuando se observa la tendencia de los últimos meses. Ambos segmentos crecieron, pero mientras el primero mostró una mejora del 10,1% respecto al primer semestre de 2015, el aumento de pasajeros en el segundo fue del 13,9%. De mantenerse esta tendencia, durante la segunda mitad del año se produciría un «sorpasso» de los bajos precios en los aeropuertos españoles.
No sería la primera vez. Durante los años de recesión económica muchos pasajeros cambiaron las compañías tradicionales por las de bajo coste, que alcanzaron una diferencia positiva de cuatro millones de pasajeros en 2012. Con la recuperación de 2014, el mercado se dio la vuelta de nuevo y las compañías tradicionales recuperaron su posición. En 2016 se podría producir un nuevo vuelco en la industria. ¿La razón? La evolución del concepto de billetes baratos.
En los últimos años las políticas de costes bajos no se han implantado únicamente en aerolíneas como Ryanair o Vueling. La incansable «guerra de precios» ha repercutido en el sector de tal forma que otras compañías como Iberia o Air Europa han tenido que adoptar nuevos conceptos. La necesidad de reducir costes ha provocado que estas compañías pongan en marcha sus propias divisiones «low-cost» para afrontar la demanda de vuelos de corto y medio alcance. También se ha producido una conversión a la inversa. Empresas como Vueling han modificado su estructura para hacer frente a su crecimiento, aunque este se haya realizado de forma un tanto caótica.
Corto-largo
«El debate no es entre aerolíneas ‘low-cost’ y tradicionales, sino entre corto-medio y largo alcance», sostiene Dan Miró, abogado especializado en derecho aeronáutico. Según su opinión, el crecimiento del primer modelo se justifica por su implantación en compañías que tradicionalmente tenían un coste más alto. La tendencia se mantendrá en los próximos años. «En el futuro se realizarán vuelos a la carta, en los que el pasajero elegirá completamente qué servicios desea tener y cuánto está dispuesto a pagar por cada uno de ellos», asegura Miró.
Lidere quien lidere las clasificaciones de tráfico aéreo, es un hecho que los consumidores han dado su visto bueno a perder determinadas prestaciones a cambio de ganar en precios. Después del «boom» inicial, el modelo se ha consolidado en España y ha dejado de ser una tendencia que se aprovecha de la recesión económica. «El transporte aéreo es un sector tremendamente competitivo y el ranking de compañías aéreas lo marcan los precios y las condiciones de viaje, que los pasajeros comparan sistemáticamente en cada billete que compran», señala Agapito Maricalva, gerente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA).
Las cifras positivas de la industria acompañan este nuevo concepto. El sector de la aviación comercial ha acelerado su recuperación y está cerca de marcar máximos de los últimos años durante el verano. «Las peticiones de SLOTS de todas las compañías aéreas han sido superiores a las primeras estimaciones de finales del año pasado», añade Maricalva.
Mientras la inestabilidad internacional repercute en numerosas aerolíneas, el mercado turístico español continúa creciendo, ya sea por los bajos precios de los trayectos europeos o el tirón de los vuelos de largo alcance. Queda por ver, sin embargo, cómo de fuerte es esta inmunidad al panorama internacional y cómo qué resultados tendrán las huelgas anunciadas para este verano.
Fuente: ABC
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