Vueling alquila seis aviones para hacer frente a su crisis.
Vueling es la aerolínea en la que más abunda el rojo en los partes diarios de seguimiento del aeropuerto de El Prat (Barcelona). Este color hace referencia a graves problemas por retrasos y cancelaciones. La agresiva planificación para la temporada estival, el retraso en la entrega de aviones y la falta de personal estarían pasando factura a la aerolínea, que está intentando reforzar su flota para afrontar el pico alto del verano.
El pasado junio, mes que marca el arranque de la temporada estival, la puntualidad media de Vueling bajó al 50%. Cancelaciones y retrasos fueron a más a medida que avanzaba el mes, por culpa, según los sindicatos, de la falta de personal y de errores en la planificación. Vueling sigue sufriendo hoy problemas en su operativa, tras anular ayer 14 vuelos de los 700 operador por la aerolínea en El Prat. El Ministerio de Fomento le ha abierto un expediente para aclarar las causas de esos problemas.
La aerolínea busca soluciones «extraordinarias», según fuentes de Aena. Los problemas se han producido a pesar de los refuerzos que previó la nueva directiva que, cuando entró en abril, consideró que el dispositivo no era suficiente. Vueling incorporará entre julio y agosto 17 tripulaciones (34 pilotos); y seis aviones nuevos (entre alquiler y propios), y ha reforzado con cien personas su centro de atención telefónica estos días.
El grupo considera que el cuello de botella lo tiene en Barcelona y la causa fundamental es la falta de pilotos. Además, la aerolínea ha reprogramado sus vuelos tras ampliar de 35 a 45 minutos las escalas de sus aviones en los aeropuertos y ha alargardo en cinco minutos el tiempo previsto de cada vuelo.
Además, el pasado viernes entraron más de 100 tripulantes de cabina, que se suman a otras 170 incorporaciones desde febrero, según los sindicatos. Las fuentes consultadas explican que el origen de los problemas de Vueling es complejo. La raíz está en la deficiente planificación para una temporada récord, a lo que se ha sumado la huelga de controladores en Francia.
Los tiempos de maniobra de Vueling son de 35 minutos. Los expertos creen que son reducidos, pero la clave del éxito de las compañías de bajo coste es rotar los aviones para que vuelen lo máximo posible. Los sindicatos creen que hay poco personal y la compañía no ha adaptado su estructura a su nueva dimensión, lo que, en ocasiones, provoca problemas en el relevo de las tripulaciones y en el mantenimiento de la flota. Como otras compañías españolas, Vueling sufre la competencia de las aerolíneas del Golfo Pérsico y de Asia, que contratan a pilotos con experiencia ofreciéndoles salarios más altos.
El 20 de junio, Vueling canceló 24 vuelos y su puntualidad (retrasos de más de 15 minutos) bajó al 29,6%. La cifra fue aún más baja el 27 de junio. Sólo se cumplió el horario en el 23%de los casos. De los 403 vuelos programados para esa jornada, sólo se operaron 391. Y, de éstos, 61 aviones aterrizaron con una demora de, al menos, dos horas. Sólo 90 vuelos llegaron con un retraso inferior a los 15 minutos. En el informe al que ha tenido acceso EXPANSIÓN, se detallan las causas: «Por la propia operativa que arrastra del fin de semana (tripulaciones, AOG [nueve aviones con problemas que le obligaban a quedarse en tierra], retrasos, etc). También se está viendo afectada por regulaciones en ruta, principalmente originadas en el centro y norte de Europa».
Ese mismo 27 de junio, si se tienen en cuenta las 568 operaciones del resto de aerolíneas que operaron en El Prat, la puntualidad fue del 71%.
Según los informes diarios de junio, en un 90% de los días los índices de la compañía dirigida por Javier Sánchez-Prieto fueron peores que los de sus rivales. Los partes elaborados entre el 31 de mayo y el 27 de junio señalan más de un centenar de cancelaciones.
Fuente: Expansión
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