Aviones más eficientes para una nueva Iberia.
Las empresas impulsan su compromiso con un mundo más sostenible. Iberia destaca por su estrategia, gestión transparente e iniciativas en respuesta al cambio climático.
La aerolínea está mostrando signos de transformar todo aquello que les permita, en diferentes grados, desligar el crecimiento de la compañía de sus emisiones de carbono. ¿Cuál es una de las medidas más efectivas para hacerlo? Cambiar la flota. Desde 2013, ha iniciado una política de renovación de sus aviones, 21 nuevos A330 que son bimotores, pero también ha incluido otras medidas operacionales como la reducción del peso de los aviones, el carreteo con un solo motor, la redefinición de los aeropuertos alternativos, etc.
La incorporación a la flota de los A330 de Airbus hace que la aerolínea española se modernice. Es un avión bimotor, muy eficiente en cuanto a consumo de combustible que en el caso de los A330/200, tiene un alcance de hasta 11.500 kilómetros, y una capacidad de despegue de hasta 242 toneladas. Lo que le permite operar en las rutas más largas que Iberia ofrece en la actualidad, la recién inaugurada a Tokio, Shanghai o Montevideo.
25% menos de combustible
Este avión consume un 25 por ciento menos de combustible, lo que le hace ser uno de los más respetuosos con el medioambiente, además, el avión está fabricado con fibra de carbono, que permite extremar las condiciones de funcionamiento para mejorar la cabina de pasajeros. En total, dispone de 288 asientos: 19 en clase Business y 269 en la cabina de Turista. Iberia que es la primera compañía del mundo en recibir este modelo de avión.
Además de la renovación de la flota, Iberia ha implantado diferentes medidas operacionales que también contribuyen a la reducción del consumo de combustible, como un nuevo procedimiento de rodaje en aeropuertos con un solo motor para la flota de corto y medio radio, y un procedimiento de rodaje con dos motores para la flota de largo radio a la llegada.
Iberia también está reduciendo el uso del APU (un motor auxiliar que se utiliza para suministrar al avión la energía necesaria para su arranque), fomentando al máximo la utilización de las instalaciones de tierra, tanto para la energía eléctrica como para el aire acondicionado y, así, evitando tempranas puestas en marcha del APU que consume mayor energía.
Otras medidas operacionales que contribuyen a la reducción del consumo de combustible son la búsqueda del nivel de vuelo óptimo mediante un nuevo sistema de cálculo del plan de vuelo denominado Nimbus; la optimización del combustible mediante la redefinición de aeropuertos alternativos más cercanos al destino, siempre que las condiciones operacionales lo permitan; y un mayor ajuste también del combustible necesario para el uso del APU en tierra.
Pintura más ligera
Con su cambio de imagen de marca, la aerolínea ha incorporado un sistema denominado Basecoat/Clearcoat que permite ahorrar hasta un 30% de materiales, así como de tiempo efectivo de trabajo. Con una sola mano de pintura se consigue el mismo resultado que anteriormente, ya que el componente de Basecoat está muy pigmentado. El proceso concluye con un barniz transparente (Clearcoat), que le proporciona ese efecto mojado y que además es protector ante agentes atmosféricos y erosión, así como un mantenimiento de limpieza más duradero. Esto implica, también, ventajas como un menor uso de combustible y menos emisiones de CO2, gracias a la mejora aerodinámica y la reducción del peso del avión.
Iberia también ha sustituido los carros tradicionales para la comida a bordo por otros un 35% más ligeros fabricados de materiales como aluminio y plástico. Cuentan con rejillas más ligeras y con una cartera de productos más adaptada a las realidades del consumidor, para así no llevar tantos productos innecesarios en la cabina. El ahorro del combustible gracias a la reducción del peso se traduce en un ahorro medio de 10.400 euros al año por cada kilo de menos. Asimismo, los pilotos también están ahorrando con los iPads que sustituyen a gran parte de la documentación en papel. La aerolínea les ha facilitado el electronic flight bag, con lo que se ahorra también en consumo de combustible, unos 150.000 euros anuales. Además, supone ahorrar en papel impreso y reduce una media de 60 kilos el peso transportado. Con los dispositivos electrónicos los pilotos pueden hacer las mismas consultas, mirar la cartografía, los manuales del avión y hacer los cálculos para despegar y aterrizar, entre otros.
Por otro lado, la división Express de Iberia también ha querido reducir el peso de sus aviones. Ha incorporado slim seats, asientos más delgados y ligeros que reducen el peso unos 350 kg, lo que supone un ahorro en combustible de 44 toneladas y de 140 toneladas de emisiones de CO2 por avión al año, e incrementar el espacio disponible para cada pasajero. Los asientos cuentan con materiales de última generación que refleja el esfuerzo de la aerolínea por escuchar y responder a las demandas de sus clientes con iniciativas que mejoren de forma constante la experiencia de los pasajeros. También es destacable el ahorro de recursos que supone la emisión del billete y de la tarjeta de embarque electrónicos, tanto en los servicios de pasaje como de carga, y la gestión de residuos de las actividades de tierra.
Reducción de consumos
En sus propias instalaciones, Iberia vela también por que el desarrollo de su actividad sea lo más sostenible posible. Con respecto al consumo de energía eléctrica total (295.861 Gj), en 2015 se redujo un 3,5%. Por su parte, los consumos de calefacción y refrigeración, que ascienden a 216.366 Gj, se mantuvieron estables durante el año 2015, aunque la producción se incrementó con respecto al año anterior. Estas mejoras se deben a las iniciativas que ya hay implantadas, como la reducción de los horarios de climatización y modificación de las temperaturas de confort tanto en verano como en invierno. Asimismo, el año pasado, la compañía alcanzó una intensidad energética de 87,92 gramos de CO2 por pasajero transportado, un 1,9 por ciento menos que en 2014, que es considerado el año base.
Atenuar el impacto del ruido
Para atenuar el impacto del ruido en sus operaciones, la compañía realiza los procedimientos operativos establecidos por la Dirección General de Aviación Civil española y así efectúa un uso limitado en los aeropuertos de los motores auxiliares, reduce la utilización del freno por inversión del empuje (reversa) y sigue las rutas establecidas por el control aéreo de entrada y salida de los aeropuertos.
Por otro lado, el año pasado Iberia verificó con Aenor su sistema de seguimiento y notificación de las emisiones de CO2 en sus operaciones de vuelo (rutas intraeuropeas) y en sus operaciones de tierra (las zonas industriales), de acuerdo con el régimen europeo de derechos de emisión.
Asimismo, la flota de Iberia cumplió con los estándares medioambientales internacionales establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) en relación con las emisiones acústicas y con aquellos que se refieren a la calidad del aire en los entornos aeroportuarios por debajo de los 900 metros de altitud.
En las actividades en tierra, la compañía aérea identifica y evalúa sus aspectos ambientales y establece su grado de impacto. En función de esa evaluación, Iberia desarrolla su estrategia de gestión. La compañía aplica sistemas de gestión ambiental certificados externamente, otros de carácter interno y procedimientos específicos que cubren el 100% de las actividades con impacto ambiental.
Los servicios aeroportuarios de Iberia disponen de la certificación de Aenor para su Sistema Integrado de Calidad y Medio Ambiente, según las normas ISO 9001 e ISO 14001, respectivamente. Se trata de un solo sistema integrado que engloba la actividad de las más de 27 escalas de la red nacional de aeropuertos.
En la actividad de mantenimiento de aeronaves, Iberia también dispone en Madrid y en Barcelona de un Sistema de Gestión ISO 14.001, uno de los certificados de mayor alcance que ha concedido Aenor en cuanto a superficie y diversidad de aspectos ambientales cubiertos. Estas certificaciones requieren un gran esfuerzo humano y material, ya que exigen análisis medioambiental, adecuación documental, formación, sensibilización y preparación de las instalaciones y auditorías internas y externas, entre otros aspectos.
Iberia trabaja conjuntamente con los principales proveedores de servicios con impactos medioambientales.
La mayoría de proveedores se encuentra bajo la certificación medioambiental (ISO 14001) de la compañía o dispone de sistemas de gestión medioambiental propios certificados. Estos sistemas evalúan los aspectos ambientales reales y potenciales a la vez que establecen controles para su atenuación.
Además, en 2015 Iberia actualizó su mapa de riesgos medioambientales interno y puso en marcha un sistema de evaluación de proveedores desde el punto de vista de sostenibilidad a nivel local e internacional, a fin de analizar los impactos sobre el entorno de proveedores y establecer niveles de prioridad sobre el riesgo ambiental.
Fuente: El Economista
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