2016 ha sido el segundo año con menos accidentes de avión de la historia.
Cada vez que se estrella un vuelo comercial suele salir el reportaje de turno asegurando que es el medio de transporte más seguro del mundo. Y razones no le faltan: este 2016 ha finalizado como el segundo año con menos accidentes de avión de la historia, una prueba más de que el sector sigue batiendo récords realmente positivos.
Según un análisis de Preliminary ASN data show 2016, este año sólo hemos tenido 19 accidentes de aviones de pasajeros de más de 14 plazas. Esto se ha traducido en un total de 325 personas fallecidas, marca sólo superada por las 265 muertes de 2013 (aunque hubo 29 accidentes, es decir, 10 más que este año).
En estas estadísticas, y siempre según los datos facilitados por el organismo, no se han contabilizado los accidentes con aviones militares. Si decimos esto es porque esta pasada semana tuvimos la triste noticia de la colisión del Coro del Ejército Rojo, es decir, se encontraría en la frontera entre civil/militar. No obstante, incluso si se le sumaran las víctimas mortales del avión ruso, la cifra se elevaría hasta las 417 muertes, por lo que seguiría siendo el segundo año más seguro de la historia.
Chapecoense, entre los accidentes de avión más mortíferos
Sin lugar a dudas, el accidente más sonado de este 2016 que dejamos atrás tuvo lugar a finales de noviembre, cuando 71 personas perdieron la vida. El avión del equipo de fútbol del Chapecoense, que se dirigía a jugar la final de la Copa Suramericana, se estrelló en Colombia por una series de factores humanos.
Según las investigaciones realizadas por los expertos, el avión salió de Santa Cruz en Bolivia con el tanque de combustible lleno, pero no con la gasolina de reserva que establece la normativa internacional (que permite volar durante hora y media más).
Freddy Bonilla, secretario de Seguridad Aérea de Colombia y responsable de este primer informe, se ha mostrado tajante sobre todos los fallos que cometió la aerolínea que transportaba al equipo de fútbol. “Los dos pilotos conversaron sobre la posibilidad de repostar en Leticia o en Bogotá”, dijo sobre las pesquisas realizadas, entre las que se hallaban que encontraron viento de frente. “Este requiere de mayor potencia, por tanto, mayor consumo de combustible por la resistencia que genera“.
En palabras del secretario, el avión también incurrió en irregularidades como volar a 30.000 pies de altura (lo máximo permitido por el aparato son 29.000) o que el avión llevaba un sobrepeso de 500 kilos. “Hemos calculado que la máxima carga era de 41.800 kilos y despegó con 42.148”, puntualizó Bonilla, a la par que recalcaba que “este hallazgo no es prioritario para el accidente”.
Por: Nacho Requena – Adsl Zone
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