Gerente de Tame: La aerolínea tiene 10 interesados en asociarse.
La aerolínea estatal ecuatoriana Tame está en un proceso de reestructuración para sanear sus finanzas y ser atractiva para un socio estratégico. Para eso necesitará reducir las pérdidas que viene arrastrando varios años. En 2013 llegaron a USD 76,7 millones, luego bajaron a 48 millones y en 2015 fueron de 40 millones, según informaron las autoridades de turno.
Los estados financieros de Tame del año pasado aún no están listos, según el actual gerente de la compañía, Patricio Chávez. Pero adelantó que las pérdidas han bajado, en medio de un año difícil que afectó a la industria de la aviación. La reducción en la venta de pasajes fue del 30% por este factor.
A esto se suma la contracción del gasto público que obligó a los funcionarios -principales usuarios de la aerolínea- a dejar de volar, lo cual afectó un 10% adicional al presupuesto de venta de boletos. “Es una realidad dura, pero la pudimos enfrentar disminuyendo gastos”, aseguró.
Los estados financieros de Tame, entre el 2012 y el 2015, no se han hecho públicos porque están en un proceso de examen en la Contraloría, la cual realizó en los últimos tres años 36 exámenes a la empresa.
En uno de ellos detectó que una agencia de viajes emitió en el 2014 boletos de Tame utilizando el sistema Flycard, por más de USD 300 000, pero solo entregó USD 30 000 a la aerolínea. Al respecto, Chávez explicó que se están siguiendo los procesos legales para la recuperación de fondos, ya que resultó ser un caso de fraude.
Un gasto que también detectó la Contraloría fue el del pago de multas por retrasos y cancelaciones de los vuelos entre 2011 y 2013, por más de USD 600 000. El gerente de la aerolínea explicó que lo principal siempre va a ser cuidar la seguridad de las operaciones, por lo que se debieron realizar esos pagos para no arriesgar sus vuelos.
También se detectó que se había pagado en exceso horas extras por alrededor de USD 3,6 millones a 940 personas. La aerolínea aseguró que ya se pactaron acuerdos de pago con el 75% de los implicados.
Otro inconveniente que tiene la empresa es la repatriación de divisas fruto de la venta de pasajes realizados a Venezuela entre 2013 y 2014.
Chávez aseguró que esto no implica una deuda, sino que se está requiriendo que los fondos sean repatriados al tipo de cambio de la época en que se generaron las transacciones.
Si no lo hicieran así, la aerolínea perdería. El monto que quedó pendiente por ese tema es de alrededor de USD 27 millones. Al momento se ha logrado que el Gobierno venezolano reconozca los valores y existe una propuesta para viabilizar el pedido.
Además, la actual administración de la empresa destaca que ha logrado recuperar un 90% de la cartera, que asciende a más de USD 10 millones, quedando pendiente un saldo de unos USD 1,8 millones, que se espera captar en el transcurso de este mes.
La serie de problemas de gestión y administración de Tame en los últimos años llevó al Ejecutivo incluso a anunciar su venta a mediados del año pasado. Sin embargo, en el enlace ciudadano del 5 de noviembre de 2016, el presidente Rafael Correa comentó brevemente que hay un análisis de nuevos modelos de negocio, ya que “no todo es venta”, por lo que en el caso de Tame se estaba buscando un socio.
Chávez explicó que en el proceso de búsqueda de este aliado estratégico hubo 35 interesados. De ellos, se llegó a firmar acuerdos de confidencialidad con 10.
Para conseguir el ansiado socio privado se ha planteado optimizar la empresa y volverla más eficiente. Para ello se han tomado varias acciones, como la suspensión de rutas y modificación de frecuencias. En 2015 la aerolínea nacional tenía 18 rutas nacionales y nueve internacionales. En el 2016 se suspendieron tres locales y cuatro internacionales. Las frecuencias locales semanales también bajaron de 214 en el 2015 a 172,5 hasta la semana pasada. En tanto, las frecuencias internacionales semanales bajaron de 39 a 26 en ese período.
Las rutas tenían un bajo factor de ocupación y no cubrían con los costos variables directos, que engloban, por ejemplo, el mantenimiento de las naves, el valor del combustible, los aterrizajes, el estacionamiento, etc. Al ver que no tenían posibilidad de crecimiento se decidió suspenderlas.
La rentabilidad de las rutas de Tame es uno de los problemas que la empresa debe afrontar, ya que al ser pensada como una aerolínea que promueve conectividad interna, su prioridad no es la rentabilidad.
Chávez aseguró que si la planificación de la aerolínea se hiciera solamente con base en resultados económicos, debería quedarse con dos rutas que son Quito-Guayaquil y Quito-Guayaquil-Galápagos, ya que las demás demandan algún subsidio. Pero que su idea es promover conectividad local y buscar que las llamadas rutas “sociales” se conviertan en comerciales. Dijo que en el caso de la ruta Quito-Santa Rosa las frecuencias no se han reducido, ya que está dejando de llevar solo a residentes y también transporta a comerciantes y turistas.
La empresa cuenta con 1 346 colaboradores, sin embargo en los últimos dos años se prescindió del servicio de 193. Chávez indicó al respecto que la empresa es “obesa” y “es necesario volverla ágil”.
“Si un funcionario no le agrega valor a la compañía, lamentablemente tendrá que salir”, dijo y confirmó que se realiza evaluaciones al personal. También se ha transferido a algunos colaboradores a áreas más acorde a sus competencias. Sin embargo, Chávez dijo que “no hay en este momento una política de desvinculaciones”.
Fuente: El Comercio
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