Grabar un vídeo: la nueva vía para reclamar a las aerolíneas.

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La difusión de imágenes en las redes sociales ha abierto una nueva vía en los conflictos entre usuarios y líneas aéreas. Tras el escándalo del desalojo violento de un pasajero que se negó a abandonar su asiento en un vuelo con overbooking, han sido varios los casos que, convertidos en virales, han cuestionado la política de atención a los clientes de las compañías. El último ocurrió el pasado fin de semana en Nueva Orleans, cuando un pasajero fue amenazado por una empleada de United Airlines con cancelar su billete por grabar con su teléfono una discusión.

Navang Oza, de 37 años, se disponía a facturar su maleta en un vuelo con destino a San Francisco cuando la mujer al frente del mostrador le informó de que el coste ascendía a 350 dólares (unos 313 euros). Según publicó NBC Bay Area, el pasajero protestó porque en el vuelo de ida había pagado menos de la mitad. Para su gusto, la respuesta de la empleada fue maleducada. Sacó el móvil y comenzó a grabar lo que le decía. Y subió la tensión: la empleada le amenazó entonces con cancelar su billete con el único argumento de que no tenía su permiso para grabar.

En el vídeo que el pasajero colgó en Twitter se observa cómo la empleada señala con el dedo al pasajero con gesto serio. Oza ha contado que la mujer llamó a la policía. El agente le informó de que tenía derecho a grabar en el aeropuerto porque se trataba de un espacio público.

La compañía está investigando las circunstancias que rodearon el incidente, pero ya ha pedido disculpas porque las imágenes no muestran el trato que se «esfuerzan en ofrecer» a sus clientes. Oza compró otro billete y regresó a casa en un vuelo de una compañía diferente. Ahora reclama que United pague el pasaje. Pero sobre todo anima a otros pasajeros a grabar en vídeo los problemas con las líneas aéreas. En lugar de rellenar hojas de reclamaciones, la protesta se canaliza con la difusión de las imágenes por las redes sociales.

Fuente: El País

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