¿Se acerca el final del avión de dos pisos de Airbus?

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A veces, después de que los auxiliares de vuelo han recogido las charolas de la cena, se han bajado las luces de la cabina y los pasajeros están dormitando o viendo sus pantallas, me doy cuenta de que realmente somos una especie muy inventiva.

Aquí estamos en un tubo largo a 35 mil pies de altura volando por encima de miles de millas de masa terrestre y océanos. Y aunque hay pilotos muy competentes a cargo, el avión está volando casi completamente por sí sólo.

El año pasado, 3.8 mil millones de pasajeros viajaron en avión — el equivalente de más de la mitad de la población mundial — y lo hicieron seguramente. En 2016, hubieron 10 accidentes fatales, que causaron 268 muertes.

Es un logro impresionante y es aún más evidente cuando vuelas en un Airbus A380. Se trata de un gigante de dos pisos que transporta a más de 500 personas y sus motores son tan silenciosos que, cuando se inauguraron estos aviones, hubo informes de que los pilotos no podían dormir durante sus periodos de descanso porque podían escuchar los lloriqueos de los bebés y la descarga de los baños.

Sin embargo, sólo 10 años después de que Singapore Airlines inició el primer vuelo comercial del A380 a la ciudad de Sydney, Airbus ha anunciado un recorte tan severo en la producción de estos aviones de pasajeros, que ha provocado rumores de que llegó el fin de este avión de dos pisos.

La semana pasada Airbus anunció que iba a reducir el nivel de producción de los A380 a sólo ocho en 2019, después de haber anunciado hace un año que iba a reducir el número de aviones de 27 en 2015 a sólo 12 en 2018.

Aunque Airbus ha recibido pedidos para 317 nuevos A380 y ya ha entregado 213 de ellos a las aerolíneas, no ha recibido un nuevo pedido en más de dos años y no espera recibir más este año.

¿Qué ha sucedido? Desde principios de la década de 1990, Airbus ha presentado un argumento plausible para producir un nuevo avión súper jumbo como sucesor de los cada vez más viejos aviones 747 de Boeing, ya que debido al auge de nuevos viajeros pudientes de las economías emergentes, están incrementando las cifras del transporte aéreo.

Cuesta mucho dinero construir nuevos aeropuertos y la expansión de los aeropuertos existentes a veces se vuelve un asunto polémico. Y ya que el sector aéreo está bajo presión para reducir las emisiones, tiene sentido transportar a más viajeros en menos y más amplios aviones que además sean más eficientes en el uso de combustible. Según Airbus, el A380 era la solución.

Yo recuerdo observar la tabla de estatus de vuelos durante el último día de las vacaciones escolares del Reino Unido en el aeropuerto de Johannesburgo, antes de que existieran los A380. Habían cinco aviones 747 totalmente llenos saliendo para Londres esa noche: dos de British Airways, dos de South African Airways y uno de Virgin Atlantic. Parecía que esta ruta hubiera podido usar aviones más grandes.

Airbus declaró que los A380 serían esenciales para transportar a pasajeros en las rutas populares y en los importantes centros de tránsito del mundo como London Heathrow, Hong Kong y Dubái. Airbus pronosticó que en 2030, seguramente habrían mil 300 aviones A380 en el aire.

¿Entonces por qué sólo hay un pequeño porcentaje de estos aviones en el aire actualmente? Hay varias razones. Muchos viajeros prefieren tomar vuelos directos entre aeropuertos más pequeños, a menudo en líneas aéreas de bajo costo, en vez de cambiar de vuelo en los aeropuertos más grandes.

Actualmente, los nuevos aviones más pequeños pueden volar más lejos, reduciendo la necesidad de aviones súper grandes. Y la economía del sector aéreo siempre ha sido incierta.

Las ganancias de Emirates, la estrella de la aviación en años recientes y el mayor comprador de los A380, se disminuyeron en 82 por ciento en el último año, debido a restricciones de viajes en EU, ataques terroristas en Europa y una débil industria de petróleo y gas en el Medio Oriente.

Si el A380 no puede cumplir con las esperanzas de Airbus, no será la primera vez que la difícil situación económica del sector haya socavado el ingenio tecnológico de la industria.

Concorde, el avión supersónico, comenzó a volar en 1976 y dejó de volar en 2003. Era una aeronave elegante que podía cruzar el Atlántico en menos de cuatro horas. Parecía el siguiente paso obvio para los viajeros de negocios o cualquiera que quisiera pasar más tiempo en su destino que en el aire. Sin embargo sólo British Airways y Air France usaron el Concorde y nadie pudo encontrar la manera de volverlo rentable.

Aunque existen planes para un nuevo avión supersónico, aún no existe una aeronave que reemplace al Concorde. Es difícil encontrar otra industria que no haya podido sacarle provecho a una tecnología que dominó hace 40 años.

Thomas Enders, el director ejecutivo de Airbus, insistió la semana pasada en que el A380 tenía un futuro y que la compañía pensaba utilizar la disminución de la producción para crear una aeronave más atractiva para los consumidores.

Tal vez pronto volverán a surgir los pedidos. Pero es más probable que el avión súper jumbo de Airbus se vuelva, al igual que el Concorde, una edición limitada. A pesar de todos sus logros, la industria de la aviación a veces no está a la altura de sus sueños.

Por Michael Skapinker – El Financiero

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