La verdadera razón por la que Londres tiene tantos aeropuertos.

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Londres tiene más aeropuertos que muchas ciudades grandes: seis internacionales en total. La mayoría de importantes capitales tienen uno grande o, en casos excepcionales, solo dos a cada lado. ¿Por qué ellos tienen tantos? Esta es la incómoda razón: la falta de previsión.

La aviación comenzó en Estados Unidos en 1903, cuando los hermanos Wright lograron el primer vuelo. Pero en Gran Bretaña el aeródromo no llegó hasta 5 años después. El primero se puso en Hendon, en el norte de Londres, y de 1908 a 1968 esta ciudad fue un centro importante para la aviación militar. Actualmente hay un museo ahí por esta razón.

Por aquel entonces volar se hizo muy popular entre la riqueza. Los adinerados se compraban una avioneta y pensaban que podría ser, literalmente, su nuevo coche con alas.

Por otra parte, se consideraba que era una ventaja en las guerras atacar desde arriba (no sin razón). Durante la Segunda Guerra mundial una de las ventajas principales del Imperio británico fue su Real Fuerza Aérea, y como los “aviones” de antes no se sostenían mucho tiempo sin repostar, la misma realeza promocionó el “cuantos más aeródromos mejor”, cargar y volver a despegar. Entre una cosa y la otra, se entró en una especie de “fiebre” por volar y por poner pistas de aterrizaje.

Como lo que se requería para aterrizar esos minicoches con alas de la época era tan solo una explanada larga y un sitio para guardarlos cuando no estuvieran usándolos, intentaron hacer una pista de aterrizaje en prácticamente cualquier sitio, coleccionando muchísimos aeródromos. Los militares mayormente en las afueras y los de los ricos en cualquier hueco que quedase en medio de la ciudad.

La herencia de esto es que en UK “aeropuerto” es una definición difusa. Si contamos cualquier pista de aterrizaje que haya, la cosa se torna mucho más grande. Sitios para aterrizar avionetas quedan muchísimos (en activo o abandonados).

Pero, con minipistas por todas partes, pasó algo que no vieron venir: la aviación civil empezó a crecer, y mucho. Intentaron usar lo que ya tenían porque estaban en plena recesión por la guerra y, así, en 1920 el aeródromo de Wadden se transformó en el aeropuerto de Croydon, el primer terminal para aviones con pasajeros. Por supuesto todos los demás también quisieron participar e hicieron lo mismo (al fin y al cabo la aviación en masa es bastante más rentable por volumen).

Después comenzaron a cerrar porque, como se sabe, los aviones no han hecho más que crecer y crecer en tamaño y potencia, de forma que lleven a más personas y cada vez más lejos. Ya no hacía falta el desembolso de tener tu propia avión, por una pequeña parte podías volar en una compartida, y eso atrajo a la gente. No obstante, a cambio, la pista que servía para una avioneta se tornó insuficiente para un verdadero avión de pasajeros. Los aeródromos estaban demasiado cerca de zonas ya construidas como para ampliarlos así que cerraron para abrirlos en otro sitios. O, dicho de otro modo, para cometer el mismo error otra vez.

Los seis aeropuertos que hay en Londres son: Gatwick, Stansted, Luton, Southend, Heathrow y London City. Se dicen “de Londres” porque se localizan más o menos en círculo al rededor en el mapa, pero algunos están más bien “en ninguna parte” en tanto que no están realmente dentro de los límites del territorio de la ciudad sino “donde quedaba un sitio”.

Al principio, con los dos principales, pensaron que no era muy eficiente hacerlos demasiado lejos de las personas, sin contar con que todo podría crecer, y en verdad ahora no están en buenos lugares para ampliarse.

De estos, Heathrow es el más grande y opera casi todo el año al 98% de su capacidad, pero esta literalmente enterrado en medio de una zona habitada de los suburbios, y franqueado por dos líneas de tren, por lo que aunque sólo tiene dos pistas (claramente insuficientes y que mayormente se llenan con vuelos de escala), no puede expandirse y de hecho resulta una molestia para todo el que vive al rededor así que ni siquiera opera por la noche.

Gatwick es el segundo más grande, con una pista nada más, y era en un principio un circuito de carreras de caballos (se usó el terreno para poner otro aeropuerto), principalmente sirve destinos turísticos, charters y a los vuelos de negocios de la capital, aunque esté a 46 km en dirección sur del centro.

El resto de los aeropuertos se dedican a descongestionar a estos como buenamente pueden. Muchos de ellos son las mismas bases de aeródromo reutilizadas (era más barato), por lo que algunos tienen solo una pista y muy pequeña.

La situación, por tanto, es que aunque resulte increíble Londres necesita más aeropuertos. Los planes son o bien ampliar Heathrow; lo que implicaría llevarse por delante toda una zona habitada a la que evidentemente no le hace gracia, o hacer uno nuevo. La idea del alcalde era hacer uno parcialmente en el agua que se llamaría Thames Estuary Airport, pero sería demasiado caro y estaría demasiado lejos, así que de momento no han decidido qué van a hacer y van escapando con lo que tienen. Dios sabe a la reina de su problema con los aeropuertos.

Por: Victoria Pérez – Gizmodo

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