Los sindicatos italianos han convocado el 21 de mayo a una huelga a los trabajadores del sector aéreo, a excepción de los controlares, para protestar contra la incapacidad del Gobierno de encontrar una solución para la aerolínea Alitalia, en administración concursal desde 2017.
Los sindicatos Filt Cgil, Fit Cisl, Uiltrasporti y Ugl Trasporto Aereo informaron hoy de la decisión en una nota conjunta, en la que llaman a secundar el paro a todos los pilotos y auxiliares de vuelo, técnicos de mantenimiento, personal de tierra y empleados de asistencia en tierra a las aeronaves, de restauración y de gestión aeroportuaria.
La huelga será a nivel nacional y de 24 horas, y se producirá después de la organizada el pasado 25 de marzo, que tuvo una duración de cuatro horas.
Los sindicatos argumentan que la situación de Alitalia está en su fase final y no hay nada que «augure, más allá de las declaraciones de intenciones», que se llegará a una solución «sin un impacto en el empleo, en términos de despidos y recortes en los costos laborales».
Al mismo tiempo, lamentan que en el sector aéreo «falte una legislación nacional concreta» que «luche contra la competencia desleal y establezca la aplicación del contrato de transporte aéreo y de normas que protejan el empleo y los salarios».
Este martes concluye el plazo de la segunda prórroga que solicitó la empresa pública italiana Ferrovie dello Stato para presentar su plan estratégico para impulsar a Alitalia y convencer a inversores privados de que entreguen su dinero a una compañía que no tiene beneficios desde 2002.
Sin embargo, Ferrovie aún no ha entregado ningún documento y ha informado en una nota de que su consejo de administración ha analizado la posibilidad de solicitar un nuevo aplazamiento, pues no consigue convencer a ningún socio privado de que apueste por el proyecto.
Por ahora, las conversaciones se están desarrollando con la aerolínea estadounidense Delta Airlines, pero fuentes cercanas a las negociaciones han explicado a Efe que ésta solo estaría dispuesta a entrar con un 15 % en el capital de Alitalia, mientras que Ferrovie se comprometería a quedarse con un 30 %.
Aún así, falta al menos otro inversor privado y el Gobierno italiano, del antisistema Movimiento Cinco Estrellas y la ultraderechista Liga, no consigue atraer a ninguno.
Este martes, los tres administradores concursales que gestionan la aerolínea han mantenido una reunión de dos horas con miembros del Ministerio de Desarrollo Económico para abordar la situación y no han querido hacer declaraciones a su salida.
La aerolínea alemana Lufthansa y la británica de bajo coste easyJet mostraron inicialmente su interés por hacerse con algunos activos de Alitalia, pero el actual Ejecutivo italiano no quiere vender la aerolínea por partes ni que deje de ser italiana, por lo que está encontrando dificultades para conseguir dinero privado que la salve de la quiebra.
Por EFE
Foto: Helmut Schnichels
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