La ecuatoriana Tame se enfoca en mercado doméstico para mantener sus operaciones.
Tame EP, línea bandera de Ecuador, ha suspendido cinco rutas internacionales y una nacional en menos de un año y medio. Esto tiene coherencia con la nueva estrategia de la empresa de enfocarse de manera prioritaria en el mercado local, donde tiene una oferta de vuelos que cubren 40 % de la demanda.
En febrero del 2018 se suspendió la ruta Quito-Bogotá-Caracas, que arrojaba pérdidas a la aerolínea. En junio de 2018 se suspendió la ruta Guayaquil-Cuenca. El 2019 quedaron suspendidas las rutas Quito-Nueva York, Quito-Lima y Quito-Bogotá y Guayaquil-Bogotá. Estas últimas habían iniciado operación en junio del año pasado.
Enfocarse en el mercado doméstico, estabilizar la situación financiera de la empresa estatal y buscar un socio estratégico del sector privado son planes a futuro para la empresa, de acuerdo con Fabián Carrillo, viceministro de Finanzas y parte del Directorio de la compañía.
Explica que Tame tiene una situación financiera compleja y que la prioridad del Gobierno es reestructurarla, “mejorar su situación financiera a través de la optimización de gastos y reorientarla al mercado nacional”, que es un puntal de la empresa, pues cubre el 40% de la demanda de vuelos en el país.
Esa cobertura nacional ha crecido. A finales del 2017 cubrían 36 % de la demanda, en 2018 cerraron con 38 %.
Carrillo dice que tomando en cuenta esta premisa, serán muy cuidadosos en las decisiones que se tomen y de ninguna manera se le podría restar capacidad operativa a nivel nacional. Es que Tame cubre rutas en las que el sector privado no participa, que son parte de la política pública de conectividad. Vuela a Coca, Santa Rosa, Salinas, Loja, Lago Agrio, rutas que no generan rentabilidad. Para compensarlo, según Carrillo, se ha pensado en que reciba un subsidio de Finanzas.
Sobre los internacionales, sostiene que los vuelos Esmeraldas-Cali y Guayaquil-Fort Lauderdale son rentables y se mantendrán.
Tame confirma que de acuerdo con su Plan de Negocios 2019, está enfocada en fortalecer el mercado doméstico para una operación sustentable. Dentro de ello “se suspendieron temporalmente las rutas Quito-Bogotá, Guayaquil Bogotá, Quito-Nueva York y Quito-Lima”. Estas no han sido canceladas y en una revisión futura de los planes estratégico y de negocios serán analizadas “para considerar si se mantienen las suspensiones temporales o no”. La idea es velar por su rentabilidad y sostenibilidad.
Marco Subía, presidente de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas en el Ecuador (Arlae), ve como positiva la estrategia de Tame EP de darle mayor prioridad al mercado nacional, en el que puede competir. Él considera que el descalabro de la empresa empezó cuando “sin planificación se lanzó al mercado internacional a abrir rutas, dando palazos de ciego”.
Carrillo comenta que la expectativa de la empresa es que cuando alcance la estabilidad financiera y operativa, se pueda incorporar un actor privado. La figura no está definida, pero podría ser una sociedad, en la cual el actor privado sea un socio minoritario. También se evaluaría concesión de la administración o una asociación público privada.
En todo caso, sí es prioritario fortalecer la flota.
Para Subía, sería también importante una reingeniería total e incluso que la administración pase a manos privadas, pues la empresa se ha caracterizado por tener administraciones políticas y no técnicas.
Por El Universo – América Economía
Foto: Flightline Aviation Media – Bruce Leibowitz
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