El asiento de avión de clase turista podría ser más cómodo con este nuevo diseño.

Síguenos en las redes sociales y mantente siempre actualizado

Descansar en una butaca de avión de clase turista no es nada fácil, sobre todo si hablamos de un trayecto más o menos largo. Y es que con el objetivo de reducir costes, las aerolíneas han priorizado la reducción del espacio en detrimento de la comodidad de los pasajeros. Por contra, los asientos de business -y por supuesto de primera- son cada vez más confortables y amplios, ofreciendo mayor privacidad.

Sin embargo, algo de eso podría cambiar en breve si triunfa entre los fabricantes y compañías el nuevo asiento de clase económica presentado la semana pasada en Londres por New Territory, una empresa de diseño británica. El prototipo, bautizado como Interspace Comfort System, no aumenta el espacio de la butaca pero, en cambio, añade elementos que lo hacen mucho más cómodo.

Un diseño original

El motivo no es otro que la incorporación de dos aletas plegables a ambos lados del respaldo, un mecanismo que permite al viajero, por una parte, aumentar su privacidad -les separa del vecino de fila- y, por otra, apoyar la cabeza sobre una superficie acolchada en la que descansar, proporcionando una comodidad mucho mayor. El usuario puede optar por desplegar de forma manual una o ambas alas, según sus necesidades.

Para contrarrestar el peso de las aletas, New Territory ha prescindido del reposacabezas tradicional, un elemento en cierto desuso, y ha optado por una estructura muy fina de fibra de carbono, a la que ha añadido cuero y espuma.

Quienes han asistido a la Aircraft Cabin Innovation Summit londinense y han probado el Interspace, aseguran que, pese a la simplicidad del concepto, es realmente eficaz. Una de ellos, la reportera de la CNN Francesca Street ha declarado sentirse sorprendida de inmediato por la sensación de privacidad al sentarse en la butaca con ambas alas hacia arriba. “Apenas fui consciente de mi vecino de asiento” manifestó, para añadir que “apoyarse en el ala para intentar dormir es asombrosamente cómodo”.

Fácil implementación

El modelo ya ha sido certificado y la compañía, dirigida por Luke Miles, ha anunciado que diversas aerolíneas han mostrado su interés, aunque por el momento no se ha formalizado ningún acuerdo. Y es que el proceso de adaptación del Interspace en las butacas de los aviones actuales no acarrearía ningún problema, por lo que sería rápido.

Además, los diseñadores están considerando la posibilidad de incorporar tecnología de reconocimiento facial a las alas, de forma que, por ejemplo, al detectar que el pasajero quedara dormido, podría apagarse la película que estuviera viendo, y volver a encenderse en el mismo punto al despertar.

Este modelo se suma a otras iniciativas que persiguen ofrecer una experiencia más placentera de vuelo a los pasajeros de economy class. Es el caso del S1, un diseño de tres asientos escalonados en fila, que permiten mayor comodidad a los viajeros que ocupan la butaca del medio, o de Move, un proyecto de Airbus que contempla la adaptación del asiento a las características del pasajero. Sea cual sea la opción elegida, estamos seguros que será mejor que el proyecto del Skyrider 3.0, que prevé viajar prácticamente de pie.

Por Magda Bigas – La Vanguardia

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *