Así es el sistema que usan los aviones de pasajeros para evitar el impacto de misiles.
El sector aeronáutico y todo lo que rodea a la navegación aérea son dos de los elementos más importantes en la defensa de un país. Las fronteras en el cielo son demasiado finas como para no tener un ojo puesto permanentemente y se el recelo por la seguridad incrementa en momentos delicados como el que vivimos hoy en día.
La tensión en Oriente Medio parece una patología que se ha convertido en crónica en las últimas décadas. Irak, Irán o Siria son solo algunos ejemplos de frentes que no terminan de cerrarse. Esta situación obliga a que países del entorno o con participación activa en alguno de estos conflictos tengan que prevenir a sus aeronaves de posibles ataques.
Y no solo los aviones militares con tecnologías de guerra electrónica incorporadas de serie. También tienen que protegerse los aviones civiles de transporte de pasajeros o de carga que sobrevuelen, despeguen o aterricen en zonas delicadas para la seguridad.
Armas capaces de derribar aviones
Las MANPADS (man-portable air-defense system o sistema de defensa aérea portátil) son armas capaces del lanzamiento de misiles guiados. Su desarrollo se remonta a los años 50 del siglo XX aunque, tras la mejora de la tecnología de seguimiento, su popularidad se alcanzó en los años 70 del siglo pasado.
Desde entonces han sido utilizadas por grupos terroristas y guerrillas de todo el mundo. Sus puntos fuertes son el poder dispararse por una única persona, escaso tamaño y una flexibilidad envidiable en relación con su poder destructivo. En cuanto al alcance, el FIM-92 Stringer estadounidense, por ejemplo, se encuentra alrededor de los 5.000 metros.
Una distancia considerable sobre el papel pero insuficiente para alcanzar a un avión en un crucero estándar de 10.000 metros. Obligando a su uso en las inmediaciones de las zonas aeroportuarias o a tener como objetivo a un helicóptero, mucho más lento que un avión comercial y sin la posibilidad de volar tan alto.
Israel: en el ojo del huracán
Uno de los países que más invierte en desarrollo tecnológico militar es Israel. Se encuentra geográficamente rodeado de zonas delicadas y sus aviones civiles pueden ser un blanco demasiado apetecible. Para evitar desgracias humanas y materiales, tiene un programa muy avanzado con el fin de repeler ataques con MANPADS.
Uno de los proyectos más importantes es el C-MUSIC. De desarrollo íntegro israelí, es se trata de un dispositivo que se instala en la parte inferior trasera del fuselaje de los aviones comerciales para evitar ser alcanzados con un misil tierra-aire.
La tecnología antimisiles integra un sistema avanzado de láser unido a una cámara de reconocimiento térmica y a un espejo dinámico, según podemos ver en la descripción que Elbit System da en su página web. Los misiles lanzados desde MANPADS utilizan la radiación infrarroja que emite de forma natural el avión cuando está volando.
El C-MUSIC, es capaz de detectar el misil lanzado contra la aeronave en el que está instalado, generará un rayo láser de alta potencia y con el espejo lo dirigirá hacia el misil. El sistema de guiado del proyectil confundirá el calor generado por el láser con el del avión y desviará la trayectoria.
La tecnología antimisiles actual comenzó su despliegue en 2013 en la aerolínea de bandera El Al y se ha ido instalando en las aeronaves que cubren rutas peligrosas de todas las aerolíneas comerciales del país. Concretamente, el modelo está homologado para los aviones 737, 747, 757, 767 y 777 de Boeing, además de los Airbus 320 y 330.
El Al fue es una de las aerolíneas históricas en tomar este tipo de medidas. Antes de la llegada de C-MUSIC, utilizaban un sistema más rudimentario desarrollado por la también israelí Elta que, al detectar un misil, lanzaba una bengala para confundir el sistema de guiado. Además, se enorgullece de ser la aerolínea más segura del mundo al llevar un policía encubierto armado en todos sus vuelos y utilizar cámaras de descompresión para evitar que entren explosivos a bordo.
C-MUSIC ha sido adquirido por algunos países para instalarlo en sus aeronaves militares. Un ejemplo reciente es el KC-390, un avión multipropósito del ejército brasileño que incorpora esta tecnología de Elbit System o la Fuerza Aérea Italiana que ha firmó hace unos años un acuerdo con la compañía.
Se espera que más aerolíneas apuesten por C-MUSIC en el corto o medio plazo. Prueba de ello es que Elbit System ha desarrollado modelos para aviación ejecutiva, helicópteros o aviones ligeros con el fin de satisfacer a todos los potenciales clientes.
EEUU tiene a Guardian
El país norteamericano no podría quedarse fuera del desarrollo militar antimisiles. Un ejército con un presupuesto que tiende al infinito y empresas satélites muy competitivas dan como resultado tecnologías del más alto nivel. Una de estas gigantes de la industria militar es Northrop Grumman con su producto Guardian.
Guardian nació tras una suculenta partida proveniente del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos en 2003. Northrop Grumman fue, finalmente, la encargada de desarrollar un sistema antimisiles para aeronaves y tan solo 3 años después ya estaba en pruebas reales.
El funcionamiento de Guardian se sirve de un sistema de reconocimiento de amenaza y otro de rayos láser capaz de confundir al guiado automático del misil. Una tecnología muy similar a la que hemos descrito con anterioridad en el C-MUSIC israelí.
La primera aerolínea en montar Guardian fue la carguera FedEx. Una de las gigantes del mundo de la logística fue la pionera en instalar uno de estos sistemas en un Boeing 747 y, tras comprobar su buen funcionamiento, lo extendió a parte de su flota de 747 y de MD-11.
El avión más famosos del mundo, el Air Force One, cuenta con un sistema Northrop Grumman Guardian instalado. Y no es el único, la fortaleza volante del presidente del país más poderoso cuenta con más sistemas de origen militar instalados como los AN y ALQ desarrollados en los 70.
Otras alternativas planteadas en Estados Unidos para proteger a sus aviones fue el denominado Project CHLOE. Se trata de un sistema de drones que sobrevolarían los aeropuertos estadounidenses en busca de atacantes y con fines de defensa. El proyecto fue desestimado debido a los altos costes.
Por Izan González – El Español
Foto: Javier Rullan Ruano
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