Asume sus funciones el nuevo CEO de Boeing.
El nuevo director ejecutivo del gigante aeroespacial estadounidense Boeing, David Calhoun, asumió este lunes el control de la compañía y pidió concentrarse en la “integridad” y la “transparencia”, en medio del escándalo por las presuntas fallas de diseño en el nuevo 737 MAX que habrían causado dos graves accidentes aéreos.
Sus declaraciones centradas en la necesidad de “fortalecer la cultura” de la empresa figuran en un correo electrónico enviado a los empleados de Boeing y al que tuvo acceso la agencia AFP, y se dan en el marco de la crisis de confianza desatada tras la caída en 2018 y 2019 de dos de los modernos 737 MAX en Indonesia y Etiopía, que causaron la muerte de 346 personas.
Calhoun, de 62 años, es un veterano miembro de la junta directiva de Boeing y reemplazó a Dennis Muilenburg, quien renunció en diciembre y absorbió parte de la responsabilidad por la crisis.
Su ascenso llega en medio de otro escándalo ocurrido hace apenas cuatro días, cuando se hicieron públicos una serie de correos electrónicos enviados por empleados de Boeing en los que critican al 737 MAX, “diseñado por bufones que están supervisado por monos”, y comentan con candidez las malas prácticas de la compañía.
Poco después del segundo accidente aéreo, la flota global de 737 MAX, un producto con el cual Boeing esperaba marcar una diferencia real con sus competidor más directo, Airbus, dejó de volar por disposiciones nacionales e internacionales, a la espera de una investigación que sigue en curso. La medida llevó a que la producción del modelo debiera ser frenada.
La empresa estima que la prohibición de vuelos de los aviones le costará unos 9.000 millones de dólares, por pérdida de órdenes y compensaciones a las aerolíneas, y que esto dañará sus perspectivas de ganancias en el último cuarto de 2019, que serán reveladas el 29 de enero.
Calhoun visitará esta semana el cuartel general de Boeing en Chicago y luego visitará la fábrica de la empresa en el estado de Washington, donde se reunirá con numerosos empleados.
Su salario anual está fijado en 1,4 millones de dólares, pero si cumple una serie de objetivos trazados por el directorio, que incluyen la pronta rehabilitación del 737 MAX, se llevará un bono de 26,5 millones de dólares.
No le será fácil, sin embargo, ya que la Autoridad Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA), la cual ha sido también muy cuestionada por su incompetencia en el proceso de habilitación del avión, ha estado postergando una y otra vez la recertificación del avión, encontrando más y más defectos en cada revisión.
De acuerdo a la agencia Reuters, la FAA asegura ahora que el 737 MAX no podrá volar al menos hasta febrero, y que posiblemente esto podría extenderse a marzo o aún más adelante en el tiempo. Las aerolíneas, por su parte, han reaccionando cancelando operaciones con el avión hasta abril.
Por AFP, Reuters, InfoBae
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