Colombia: Aeropuerto Bonilla Aragón podría ser el nuevo gran centro de conexiones del país.
Las metas del mercado aéreo colombiano son ambiciosas: movilizar 100 millones de pasajeros en el año 2030, eso significa triplicar el número que se alcanzó en el 2018.
A vuelo de pájaro cualquier colombiano podrá pensar que es difícil lograr la meta de 100 millones en diez años, pero el director de la Aeronáutica Civil, Juan Carlos Salazar Gómez, dice que es totalmente viable y basa su afirmación en las proyecciones que ha hecho la entidad. Incluso, sostiene que las mediciones se quedan cortas.
Salazar Gómez es un experimentado conocedor de la industria aérea. En este 2020 completa 27 años dedicado al sector y por eso le tiene confianza a tales mediciones.
Más allá de las cifras, el potencial que tiene el país como polo de desarrollo económico y turístico, el aumento de la inversión y la llegada de más aerolíneas son otros factores que ratifican la confianza en el aumento de pasajeros.
Las conexiones aéreas directas entre las regiones, sin pasar por Bogotá, y las nuevas rutas internacionales desde ciudades distintas a la capital del país marcan el nuevo desarrollo que se está observando en este momento en el mercado aéreo colombiano.
Cali es una de esas ciudades clave para seguir impulsando el mercado aéreo y desde ya se habla de que puede convertirse en un gran centro de conexiones después de Bogotá.
¿Qué tan importante es Cali para la conectividad aérea?
Cuando estructuramos el plan estratégico aeronáutico 2030 vimos que Cali tiene el potencial para volverse un gran centro de conexiones para Colombia, alterno a El Dorado, y en ese orden hemos venido tomando una serie de medidas para alinear la inversión y las decisiones del Gobierno, así como facilitar la entrada de nuevos operadores que quieran llegar a servir este mercado.
Parte de lo que hicimos fue tomar una decisión que facilita al concesionario otorgar beneficios o incentivos para las nuevas rutas, lo cual lo ha venido haciendo para atraer nuevos operadores y nuevos servicios y el resultado es muy positivo.
Los pasajeros movilizados por el Bonilla Aragón crecieron de 4.570.000 en el 2018 a 5.529.000 pasajeros en 2019, lo que equivale a un aumento del 13,53%. Es uno de los aeropuertos que más ha crecido en porcentaje.
¿Es decir que Cali está lista para ser un gran centro de conexiones?
Sí claro, esa es la proyección y para lo cual estamos visualizando el crecimiento del sector del transporte aéreo colombiano hacia allá, tenemos la expectativa de que el mercado aéreo va a pasar de movilizar 36 millones de pasajeros en el 2018 a más de 100 millones en el 2030.
Esperamos que el mercado se triplique y el gran crecimiento vendrá seguramente de estos centros de conexiones alternativos como puede ser Cali.
¿No es una meta muy ambiciosa?
Lo es, pero se puede lograr. Desde que estamos midiendo el movimiento de pasajeros, estamos por encima de la proyección que hicimos en el 2018, o sea que de pronto nos hemos quedado cortos.
El sector aéreo tiene un gran potencial y contamos con una industria muy desarrollada. Para este año estamos proyectando movilizar 44 millones de pasajeros. Esas cifras nos siguen dando muchos síntomas de confianza.
¿Qué fortalezas tiene Cali para convertirse en centro de conexiones?
Muchas, como la vocación industrial del Valle del Cauca, que representa un renglón clave para la economía; asimismo, la cercanía a Buenaventura, el puerto más importante del país; la vocación turística que tiene la región y la geografía de la zona, que si se aprecia la que hay alrededor del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón, es muy propicia para las operaciones aéreas internacionales y sobre todo para volverse una plataforma de desarrollo aeronáutico hacia el oriente y el resto de Suramérica.
¿A nuestra región también siguen llegando más aerolíneas, incluidas las de bajo costo, allí está el desarrollo del sector?
El mercado aéreo colombiano es un mercado abierto a la competencia y nosotros la incentivamos. En ese orden de ideas hemos viabilizado varias solicitudes, entre ellas de empresas de aviación regional, como Easyfly, Gran Colombia y Viva Air, entre otras, que proponen servicios y conexiones directas entre las regiones sin pasar por Bogotá. Ese es el desarrollo más importante que estamos viendo en este momento en el mercado aéreo colombiano. Pero hay que destacar también que empresas como Latam y Avianca, que son las que tradicionalmente han venido sirviendo el mercado, también han incrementado sus operaciones y algunas empresas internacionales como Copa han solicitado incrementar servicios o servir rutas internacionales desde el Alfonso Bonilla; de manera que vemos un gran potencial y desarrollo y creo que este año vamos a seguir creciendo a cifras de doble dígito en materia de movilización de pasajeros.
Entre los pasajeros que vienen al país muchos nos visitan por turismo. ¿Allí está la otra apuesta?
Por supuesto, eso es parte de la estrategia, además es algo que el Gobierno Nacional está impulsando. El señor Presidente ha dicho que el turismo es el nuevo petróleo y todas las decisiones que está tomando el Gobierno están orientadas hacia apoyar esa apuesta para promover el turismo.
El Valle es particularmente atractivo en ese sentido por la riqueza cultural, gastronómica y por la cantidad de eventos que se llevan a cabo, especialmente en Cali.
El Valle también ha sido una de las regiones que explora en la industria aeroespacial, ¿qué resultados se conocen hasta ahora?
Así es. En eso el Valle ha sido pionero y ha venido jalonando ese segmento.
El año pasado, por ejemplo, entregamos los primeros certificados de aeronaves diseñadas, probadas y fabricadas en Colombia y son precisamente aeronaves livianas para fumigación aérea. En eso la industria de la caña del Valle ha sido pionera y es la que ha venido impulsando ese tipo de desarrollos.
De manera que Colombia le apuesta a ser una potencia, no solo en el transporte aéreo y la industria aeronáutica, sino en la fabricación de aeronaves, partes, piezas y repuestos.
¿El desarrollo aéreo colombiano cómo está frente a otros países?
El país se está desarrollando a tasas similares a las de los países llamados los tigres asiáticos, son tasas de doble dígito en movimiento de pasajeros.
Nosotros tenemos una industria aeronáutica que cumple los más altos estándares mundiales. Colombia es quizás el país de mayor proyección de crecimiento en toda Latinoamérica, según firmas internacionales, no lo digo yo.
¿Cuál es hoy la mayor preocupación del sector?
El transporte aéreo depende en gran medida de las variables macroeconómicas y de los flujos de comercio internacional, pero también de situaciones que pueden afectar la demanda aérea. Para dar solo un ejemplo coyuntural, ahora hay una gran preocupación en la industria por los efectos que puede tener la crisis de salud mundial a raíz de la presencia del coronavirus y eso ha afectado mucho las aerolíneas de Asia.
Como le digo, esta es una industria que depende en gran medida de la confianza de la gente, que la gente quiera viajar, y eso hay que protegerlo.
Pero le quiero decir que esta industria está preparada y tiene los protocolos, el entrenamiento del personal y los filtros para tratar de prevenir que una crisis de estas afecte el sector.
¿Cuántos aeropuertos tiene Colombia y de esos cuántos maneja la Aeronáutica Civil?
Aeropuertos que son propiedad de la Aeronáutica Civil Colombiana suman 76. Pero hay unos 184 aeropuertos públicos que están a cargo de las entidades territoriales, de ese total alrededor de 15 son concesionados y el resto los opera la Aeronáutica Civil.
A propósito de las concesiones, el Alfonso Bonilla Aragón lo opera Aerocali y este año vence la concesión, ¿en qué va el proceso de renovación?
Esa es una decisión que está en cabeza de la ANI (la Agencia Nacional de Infraestructura) y ese proceso se tiene que resolver este año, antes del 1 de septiembre.
La Aerocivil también tiene a su cargo el aeropuerto de Buenaventura, pero parece que el plan de mejoramiento no avanza…
Lo que le puedo contar es que nosotros hemos garantizado el desarrollo de la infraestructura actual, hemos hecho unas intervenciones para hacerle mantenimiento a la pista y trabajamos con otras instituciones, como la ANI, en la estructuración de un proyecto que incluya el aeropuerto de Cali, de Buenaventura y el de Neiva. Es una iniciativa privada que está actualmente en consideración del Gobierno Nacional y que plantea un desarrollo para proyectar el crecimiento y puedan operar aviones tipo jet.
Muchos usuarios manifiestan que no tienen dónde quejarse por el mal servicio que en ocasiones prestan las aerolíneas, ¿dónde pueden acudir?
El Gobierno Nacional ha estado muy preocupado por darles las garantías a los usuarios del transporte aéreo. En ese orden hemos hecho un frente común las diferentes autoridades que tienen que ver con la protección de los usuarios. Por un lado está la Aeronáutica Civil que tenemos presencia en los principales aeropuertos del país y tenemos personal entrenado en la atención al usuario para que cuando se presenten quejas, el personal esté a disposición para brindar una solución.
En segundo lugar está la Superintendencia de Transporte, que tiene la función administrativa de investigar cuando haya una violación a las normas aeronáuticas o al contrato de transporte.
En tercer lugar está la Superintendencia de Industria y Comercio (la SIC) que tiene funciones jurisdiccionales y si un pasajero quiere hacer un reclamo lo puede hacer en esa entidad.
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