España: Los rebrotes de coronavirus alejan aún más la recuperación del sector aéreo.

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El sector aéreo se ha adentrado en un peregrinaje por el desierto que será más largo de lo inicialmente previsto. El rebote de la actividad producido en verano no ha sido tan pronunciado como se esperaba, y ha dejado datos desalentadores para las aerolíneas. Según los datos facilitados por Aena a este periódico, el pasado fin de semana se operaron unos 3.600 vuelos en la red de aeropuertos de España. Un 52% menos respecto a los 7.500 que se registraron en las mismas fechas del año pasado.

Agosto está manteniendo por el momento la tendencia experimentada en junio y julio, que dibujaron una recuperación paulatina y lenta de las operaciones en el sector aéreo. El 21 de junio, cuando se produjo la apertura de las fronteras, se programaron 673 operaciones de despegue y aterrizaje en los aeropuertos españoles, casi 300 más que el día anterior. El 1 de julio, este número creció hasta las 1.500 operaciones. Y no fue hasta el último fin de semana de julio cuando traspasaron las 3.000 operaciones.
Los datos de pasajeros reflejan una caída aún mayor, porque si bien se operan aproximadamente la mitad de los vuelos, estos van mucho más vacíos que hace un año. La ocupación, según los datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), se situó durante el mes de julio -uno de los más importantes del año- en el 20%. En Aena coinciden en este diagnóstico, y apuntan a una caída de los viajeros «muy superior al 50%» durante el mes pasado. El gestor aeroportuario publica precisamente hoy la cifra de pasajeros que pasaron por los aeropuertos españoles el mes pasado.

Detrás de estos datos se esconde una recuperación tibia en el sector aéreo nacional, que se está viendo muy penalizado por los rebrotes de coronavirus producidos en toda España. La compleja situación epidemiológica del país no ha pasado desapercibida para el resto de Europa, y en las últimas semanas se ha desencadenado un reguero de restricciones por parte de Estados europeos a los viajeros procedentes de España.

La más sangrante es la recomendación de Reino Unido de no viajar al país, un consejo que está secando el principal caladero de turistas para España. Solo el año pasado desembarcaron en el país más de 18 millones de británicos (unos 2 millones solo durante el mes de agosto), lo que supone más del 21% del total, según los datos del INE.

También tendrá un impacto en los viajes la obligación de realizar pruebas a los turistas que procedan de nuestro país, una iniciativa implantada ya por Francia, Alemania y Francia. Y las cuarentenas implantadas por Estados como Noruega. En la actualidad, solo cinco países de la zona Schengen (Luxemburgo, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia) permiten los viajes desde el país a su territorio sin restricciones.

España es uno de los Estados más afectados por las restricciones al transporte aéreo. Pero no es ni mucho menos el único. Los gobiernos de medio mundo están limitando de nuevo la movilidad para intentar controlar los rebrotes del virus, lo que está teniendo un gran impacto en el turismo en general y en las aerolíneas en particular. Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) el sector perderá 84.300 millones de dólares (unos 71.600 millones de euros) en el conjunto del año.

Por Guillermo Ginés – ABC