El trágico accidente ocurrido la semana pasada en Washington D.C., en el que un avión de pasajeros regional de American Airlines y un helicóptero UH-60 Black Hawk del Ejército de los EE.UU. colisionaron en el aire sobre el río Potomac, ha generado una investigación exhaustiva por parte de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB). El siniestro cobró la vida de 67 personas y ha puesto de manifiesto posibles fallos en la coordinación del tráfico aéreo.
Recuperación de Restos y Datos Claves
El equipo de salvamento recuperó parte del fuselaje y el motor derecho del Bombardier CRJ-700, mientras que la recuperación del helicóptero está programada para realizarse después de la extracción completa del avión.
La NTSB ha obtenido los registros de entrenamiento y los diarios de vuelo de ambas tripulaciones, así como los expedientes de mantenimiento de las aeronaves involucradas. La información recopilada permitirá reconstruir los antecedentes operacionales de los pilotos y mecánicos responsables.
Datos del Radar y Altura del Impacto
Según Jennifer Homendy, presidenta de la NTSB, nuevos datos de radar del Potomac TRACON, una instalación de control de tráfico aéreo de la Administración Federal de Aviación (FAA) en Virginia, proporcionarán una imagen más precisa del incidente.
Las investigaciones preliminares indican que el CRJ-700, que había despegado de Wichita, Kansas, volaba a 325 pies (99 metros) al momento del impacto. Esto sugiere que el helicóptero UH-60 Black Hawk se encontraba por encima de los 200 pies (61 metros), el límite de altitud permitido para la ruta que utilizaba.
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Homendy destacó que los datos del radar de Washington D.C. se actualizan cada cinco segundos, lo que puede influir en la evaluación de la posición del helicóptero, especialmente considerando su velocidad de desplazamiento.
Coordinación del Tráfico Aéreo
La investigación también ha revelado que el controlador aéreo alertó al helicóptero sobre la presencia del CRJ-700 aproximadamente dos minutos antes de la colisión. Sin embargo, aún se están analizando los procedimientos operativos y las decisiones tomadas por ambas tripulaciones en esos instantes críticos.
Además, la NTSB está evaluando incidentes previos en los que helicópteros militares han tenido encuentros cercanos con aviones en la zona del aeropuerto Ronald Reagan Washington National, lo que podría llevar a una ampliación de la investigación a otras regiones con tráfico mixto de aeronaves civiles y militares.
Impacto y Restricciones en la Zona
El Departamento de Bomberos de Washington D.C. informó que hasta el domingo se habían identificado 55 de las 67 víctimas mortales. Adicionalmente, se han recuperado restos humanos que aún están en proceso de identificación por parte del médico forense.
Los restos de la aeronave han sido trasladados al Hangar 7 del aeropuerto Ronald Reagan para un análisis más detallado. Mientras tanto, gran parte del río Potomac sigue restringido a embarcaciones autorizadas y dos pistas menos utilizadas del aeropuerto permanecen cerradas.
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