Argentina logró conservar la Categoría 1 de Seguridad Operacional Aérea, la calificación más alta otorgada por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA). Esta decisión llega tras una evaluación rigurosa en la que se verificó el cumplimiento de todos los requisitos técnicos y operativos por parte del sistema aeronáutico nacional.
Intervención y reformas: el camino hacia la recuperación
El proceso para evitar el descenso a Categoría 2 fue impulsado por el Gobierno Nacional, que decidió intervenir la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en respuesta a años de desmanejo heredados de gestiones anteriores. Bajo la dirección de la Secretaría de Transporte del Ministerio de Economía, se ejecutó un plan de reestructuración profunda.
Con el respaldo técnico de la Oficina Regional Sudamericana de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la ANAC trabajó contrarreloj para resolver los problemas señalados por la FAA durante la auditoría del Programa de Evaluación de la Seguridad de la Aviación Internacional (IASA) en abril de 2024.
82 hallazgos corregidos: una auditoría que encendió las alarmas
En esa primera auditoría, la FAA identificó 82 hallazgos, centrados en áreas clave como aeronavegabilidad, licencias y operaciones. Estas fallas comprometían la calificación del país y su capacidad para operar rutas hacia Estados Unidos. El contexto era grave: la gestión previa había rechazado recibir dicha inspección, prolongando una situación de riesgo.
Sin embargo, tras meses de trabajo intenso, la ANAC logró corregir el 92% de esas deficiencias antes de una nueva visita de la FAA en octubre de 2024. Esta inspección fue determinante: la autoridad estadounidense otorgó una prórroga hasta diciembre para que Argentina pudiera subsanar las últimas siete observaciones.
Misión cumplida: Argentina conserva su estatus internacional
Antes del vencimiento de esa prórroga, la ANAC presentó evidencia objetiva de las correcciones implementadas. La FAA, tras revisar los informes, confirmó que los 82 puntos habían sido completamente resueltos. Así, Argentina mantuvo su Categoría 1 en seguridad operacional aérea.
Implicaciones para la aviación comercial
Conservar esta categoría tiene implicaciones directas para la conectividad del país. Permite que aerolíneas argentinas ofrezcan vuelos directos a Estados Unidos o participen en acuerdos de código compartido con operadores norteamericanos. Además, habilita la incorporación de nuevos destinos, frecuencias y aeronaves en esas rutas.
El reconocimiento por parte de la FAA no solo valida el trabajo realizado, sino que también proyecta un futuro más sólido para la aviación nacional. La reforma del Código Aeronáutico, alineado con estándares internacionales, fue otro paso clave en este proceso.
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