Turquía ha implementado una medida inédita en su espacio aéreo: los pasajeros que se levanten de sus asientos antes de que se apague la señal del cinturón de seguridad tras el aterrizaje serán sancionados con una multa administrativa. Esta decisión responde a un incremento alarmante de incidentes reportados por viajeros, particularmente relacionados con el apresurado acceso a los compartimentos superiores antes de que el avión esté completamente estacionado.
¿Por qué se aplica esta medida?
La Dirección General de Aviación Civil de Turquía recibió numerosas quejas sobre comportamientos peligrosos justo después del aterrizaje. La práctica de levantarse apresuradamente, incluso cuando el avión aún se encuentra en movimiento, representa un riesgo tanto para el pasajero como para la tripulación.
Según medios locales, la sanción rondará los 70 dólares (aproximadamente 50 libras esterlinas), aunque la guía oficial del organismo regulador no especifica el monto exacto. La normativa ya está en vigor desde principios de mes.
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Obligaciones para aerolíneas y tripulación
Además del castigo económico, la normativa establece una serie de acciones obligatorias para las aerolíneas que operan en el país. Las compañías deben emitir un anuncio claro durante el aterrizaje, recordando a los pasajeros que permanezcan sentados, con el cinturón abrochado, y que eviten manipular el equipaje de mano hasta que se apague la señal correspondiente.
Asimismo, los miembros de la tripulación están obligados a reportar cualquier incumplimiento mediante un documento oficial conocido como “Informe de Pasajero Disruptivo”, el cual será enviado a la Dirección General de Aviación Civil para proceder con la sanción correspondiente.
La postura de Turkish Airlines
Turkish Airlines, la aerolínea bandera del país, ya ha actualizado sus anuncios de aterrizaje para alinearse con la nueva normativa. Según información de Euronews, el mensaje advierte que cualquier pasajero que no cumpla las instrucciones será reportado a las autoridades y sancionado conforme a la legislación vigente.
Turquía recibe millones de turistas cada año, lo que convierte esta medida en un cambio significativo dentro de uno de los mercados de aviación más activos de Europa y Asia. El país busca con esta regulación no solo preservar la seguridad de sus vuelos, sino también establecer un estándar de conducta más riguroso para los viajeros que ingresan o salen del territorio.
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