El Aeropuerto de Newark se prepara para aumentar los vuelos tras reapertura de pista

El Aeropuerto Internacional Liberty de Newark se prepara para incrementar su capacidad operativa la próxima semana, tras la reapertura anticipada de una pista clave. La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) confirmó que el aumento en la frecuencia de vuelos será posible gracias a que la pista reabrió casi dos semanas antes de lo previsto.

Más vuelos, mayor capacidad operativa

Chris Rocheleau, administrador interino de la FAA, anunció en una conferencia de prensa que la pista ya está en uso para despegues, pero que será necesario esperar hasta el 9 de junio para certificarla para aterrizajes. A partir del 10 de junio, se permitirá un máximo de 34 llegadas por hora, frente a las 28 actuales.

La medida busca normalizar las operaciones del aeropuerto, que había visto reducidas sus frecuencias debido a obras de infraestructura. El secretario de Transporte, Sean Duffy, indicó que los vuelos aumentarán tanto en llegadas como salidas a 34 por hora hasta el 25 de octubre.

United Airlines, el jugador dominante en Newark

United Airlines, que representa cerca del 70% de las operaciones en Newark, fue uno de los actores más afectados por las restricciones. La aerolínea había reducido considerablemente sus vuelos, lo que generó un descenso en las reservas.

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Scott Kirby, CEO de United, aseguró que los pasajeros pueden tener confianza al reservar vuelos desde o hacia Newark. “Si compras un boleto hoy, puedes estar seguro”, afirmó. También señaló que, debido a la baja en las reservas, los precios y la disponibilidad son mejores de lo habitual.

Un aeropuerto esencial para Nueva York

Newark Liberty, ubicado a apenas 14.5 kilómetros de Manhattan, es uno de los principales puntos de entrada aérea para la ciudad de Nueva York. Aunque en condiciones normales tiene la capacidad de manejar hasta 77 vuelos por hora, las interrupciones recientes y la reducción temporal impuesta por la FAA afectaron significativamente su eficiencia.

Las operaciones en el aeropuerto mejoraron tras la imposición de límites por parte del gobierno federal, luego de múltiples incidentes de retrasos y cancelaciones masivas.

Problemas de personal y control aéreo

El reto no se limita a la infraestructura. La falta de controladores aéreos sigue siendo un factor crítico. A nivel nacional, la FAA cuenta con 3,500 empleados menos de los necesarios para cubrir la demanda.

En la zona que controla el espacio aéreo de Newark, actualmente hay solo 22 controladores certificados, muy por debajo del objetivo de 38. Seis de ellos están de baja por motivos médicos o estrés, según confirmó Duffy. La FAA tiene otros 22 candidatos en proceso de formación para cubrir estas vacantes.

Cabe recordar que el año pasado la agencia transfirió la gestión del espacio aéreo de Newark a la sede de control en Filadelfia, con el fin de aliviar la congestión del área de Nueva York. Sin embargo, esta instalación ha enfrentado numerosos problemas técnicos que han complicado la transición.

Con la reapertura adelantada de la pista y el ajuste progresivo de los vuelos, Newark se perfila para recuperar su papel como uno de los aeropuertos más activos del noreste estadounidense. Aunque los desafíos persisten, especialmente en lo relativo al personal y a la tecnología de control de tráfico aéreo, las autoridades confían en que los próximos meses serán más estables para los viajeros.

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