Santiago invierte para el futuro: Ampliación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez triplicará su capacidad al 2050

Dergam Mousa

hace 3 semanas

La ampliación del Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez (AMB) en Santiago de Chile no es solo una obra de infraestructura: es una apuesta estratégica para convertirlo en un verdadero hub de categoría mundial. La etapa de diseño básico ya está en licitación, y el objetivo es claro: triplicar su capacidad operativa para el año 2050.

Más que una remodelación: una transformación total

Entre las obras contempladas destaca la construcción de una tercera pista, un nuevo terminal de pasajeros y un recinto específico para la carga aérea. Esto permitirá que el aeropuerto pase de atender 38 millones de pasajeros anuales —su capacidad actual— a 84 millones, y de 42 a 125 operaciones por hora.

Este plan maestro actualizado contempla duplicar la superficie del aeropuerto, pasando de 1.070 a 2.368 hectáreas, con una inversión estimada en 4 mil millones de dólares, que incluye los costos por expropiaciones. Se prevé ejecutar este desarrollo entre 2035 y 2050.

Infraestructura pensada a gran escala

La superficie construida se expandirá desde los actuales 380 mil metros cuadrados hasta superar el millón. Los estacionamientos para aeronaves crecerán de 56 a 152 posiciones. El área de mantenimiento y las instalaciones de la Dirección General de Aeronáutica Civil se ubicarán al costado poniente de la nueva pista. Por su parte, el espacio destinado a la aviación civil se trasladará al oriente de la primera pista existente.

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El movimiento de carga también será optimizado: el actual recinto será reemplazado por uno nuevo, lo que permitirá construir los dos espigones pendientes del segundo terminal de pasajeros.

Conectividad inteligente: más accesos y tren ligero

El diseño incluye tres nuevos accesos viales: uno al oeste (camino El Noviciado), uno al norte (camino Lo Boza) y otro al sur exclusivo para camiones que atenderán el terminal de carga. Además, se integrará un tren ligero que conectará los terminales entre sí y con la red de Metro de Santiago, mejorando la movilidad interna del aeropuerto.

Sostenibilidad en el centro del proyecto

Uno de los pilares del plan de expansión es el compromiso ambiental. La infraestructura proyectada tendrá la Certificación Edificio Sustentable (CES), e incorporará estrategias para eficiencia energética, reducción de residuos y disminución de emisiones contaminantes.

Asimismo, se construirá un anillo de áreas verdes con parques, senderos, multicanchas y zonas de juegos para una mejor convivencia con los sectores urbanos aledaños. También está prevista la instalación de generadores de energía renovable en el entorno del aeropuerto.

¿Por qué ampliar y no construir otro aeropuerto?

Desde 2010, la demanda en AMB ha crecido en torno al 10% anual (exceptuando el período de pandemia). Por eso, el estudio del plan maestro concluyó que expandir es más eficiente que levantar un segundo aeropuerto en la macrozona centro. La decisión se basa en factores financieros, operacionales y de rentabilidad social.

Próximos pasos

La Dirección de Aeropuertos ya licita el anteproyecto referencial, que incluirá un estudio de impacto ambiental y se desarrollará hasta 2030. Luego vendrán las expropiaciones y la ingeniería de detalles, para comenzar con las primeras obras a mediados de la próxima década.

La ministra de Obras Públicas, Jessica López, destacó que este es uno de los proyectos más relevantes para el futuro de la conectividad aérea del país: “Son obras de largo plazo que deben definirse con precisión. Una de las prioridades será aumentar la capacidad para la carga aérea que hoy procesa el AMB”.

Con este ambicioso plan, Santiago se prepara para un salto cualitativo en infraestructura aeroportuaria, posicionando al AMB como un motor de desarrollo regional y un nodo clave en el transporte aéreo del continente.