Ryanair recorta vuelos y abandona tres aeropuertos en Francia por aumento de impuestos

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Ryanair, la aerolínea de bajo costo más grande de Europa, anunció un fuerte ajuste en sus operaciones en Francia debido al incremento de impuestos al transporte aéreo implementado por el gobierno. La compañía irlandesa recortará un 13% su capacidad hacia el país galo durante la temporada de invierno, lo que representa la eliminación de 750.000 asientos y la cancelación de 25 rutas.

Tres aeropuertos fuera del mapa

A partir del invierno, Ryanair dejará de operar en tres aeropuertos franceses: Strasbourg, en el este, y Bergerac y Brive, en el suroeste del país. La medida responde, según la compañía, a la falta de competitividad del mercado francés frente a otros destinos europeos que ofrecen condiciones fiscales más favorables.

El factor clave: el nuevo impuesto ambiental

La decisión está directamente relacionada con la implementación de un nuevo impuesto al transporte aéreo en Francia, calificado por Ryanair como un obstáculo para la competitividad. Según Jason McGuinness, director comercial de la aerolínea, este gravamen sitúa a Francia en desventaja frente a países como España, Polonia e Irlanda, donde los costos operativos son más bajos.

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Golpe doble: impuestos y huelgas

El aumento impositivo no es el único problema. Ryanair también señaló las miles de cancelaciones que sufrieron este verano debido a huelgas de los controladores aéreos franceses, una situación que ha generado pérdidas millonarias para las aerolíneas que operan en el país. Estos dos factores combinados —huelgas e impuestos— han motivado a Ryanair a reorganizar su estrategia de red europea.

Lejos de frenar su expansión, la compañía ha redirigido su capacidad a mercados con políticas más favorables. En palabras de Michael O’Leary, CEO de Ryanair: “Hemos reasignado mucha capacidad a aquellos países y regiones donde se están eliminando los impuestos ambientales y ofreciendo tarifas aeroportuarias mucho más competitivas.”

Un ejemplo es Suecia, donde el gobierno ha eliminado el impuesto al transporte aéreo, y Ryanair ha comenzado a abrir más rutas para capitalizar ese entorno fiscal más accesible.

El movimiento de Ryanair marca una señal de alerta para el sector aeronáutico francés. Las decisiones fiscales y laborales tienen consecuencias directas en la conectividad del país.

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