Más de 600.000 nuevos pilotos serán necesarios en los próximos 20 años. Este crecimiento exige un nivel de entrenamiento impecable, y el Full Flight Simulator (FFS) se ha convertido en la pieza central para garantizarlo. Lejos de ser un videojuego sofisticado, se trata de una réplica funcional de una cabina real, montada sobre un sistema de movimiento capaz de recrear con precisión las sensaciones de vuelo.
Qué es un Full Flight Simulator
El FFS reproduce cada detalle: interruptores, pantallas, sonidos y retroalimentación idénticos a los de un avión real. Bajo la supervisión de instructores especializados, los pilotos entrenan en entornos controlados que permiten recrear todo tipo de escenarios: desde condiciones meteorológicas adversas hasta aeropuertos complejos o emergencias inesperadas.
Este nivel de realismo asegura que las tripulaciones estén preparadas para cualquier situación, reforzando la seguridad en toda la industria.
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Niveles de simuladores según EASA y FAA
Las autoridades aeronáuticas clasifican estos dispositivos en cuatro categorías: Nivel A, B, C y D.
Nivel D es el más avanzado. Simula todos los sistemas accesibles desde la cabina y cumple con estrictos estándares de rendimiento. Gracias a su fidelidad, los pilotos pueden obtener una habilitación completa sin volar físicamente el avión, lo que se conoce como entrenamiento de “zero-flight time”.
Realismo al máximo: cómo se logra
Un FFS de última generación integra tecnologías que hacen posible una experiencia inmersiva:
- Sistema dinámico de movimiento: actuadores eléctricos o hidráulicos que reproducen aceleraciones, giros y turbulencia. El nuevo FFS del A350 utiliza tecnología 100% eléctrica para movimientos más fluidos.
- Visuales de alta definición: un sistema de 180 grados muestra con realismo aeropuertos, paisajes y condiciones meteorológicas, de día o de noche.
- Paisaje sonoro auténtico: desde el rugido de los motores al despegar hasta las alertas vocales en cabina, cada sonido se replica fielmente.
Entrenamiento continuo de los pilotos
El aprendizaje nunca termina. Los nuevos aviadores se enfrentan a su primer contacto con el FFS durante la fase inicial de instrucción. Una vez en servicio, los pilotos comerciales deben regresar al simulador cada seis meses, tanto para renovar licencias como para practicar procedimientos normales y de emergencia.
Este ciclo de entrenamiento regular coincide con la filosofía de Airbus Flight Training Reference, que busca consistencia y calidad en todos sus programas.
Certificación y control de calidad
Cada simulador debe ser evaluado y aprobado por autoridades como la EASA o la FAA antes de utilizarse en la instrucción. Incluso un traslado físico de un simulador, aunque sea de un edificio a otro, exige un proceso completo de re-certificación.
Un ejemplo reciente es el traslado de los simuladores de Airbus al moderno Airbus Europe Training Centre en Toulouse, Francia, donde están siendo revalidados para continuar formando a las tripulaciones del futuro.
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Un apasionado por la aviación, Fundador y CEO de Aviación al Día.