El aeropuerto de Lisboa es el que peor funciona en el mundo, de acuerdo con la clasificación elaborada por la plataforma AirHelp. Sin paliativos de ningún tipo, según refleja una lista que tiene un triple punto de referencia como baremo para medir la fiabilidad: la puntualidad, la calidad de los servicios y las opciones de alimentación y compras.
Son 132 las infraestructuras de ámbito internacional analizadas en este sentido y la media que arroja este múltiple criterio no deja lugar a dudas: el que ofrece una atención más negativa es el aeródromo Humberto Delgado de la capital portuguesa, especialmente porque los retrasos se acumulan y las alternativas no se gestionan siguiendo un modelo demasiado eficaz. Resultado: los momentos de colapso avanzan, más aún cuando las huelgas del personal se acumulan mes a mes.
Solo siete puestos más arriba, en el 125, se sitúa el aeropuerto Francisco Sá Carneiro de Oporto, con un volumen de comercio todavía más reducido y una deficiente conexión con el centro de la ciudad.
Si nos fijamos únicamente en el epígrafe relativo a la puntualidad, el último de la fila es Kuwait, seguido por Lisboa. ¿Y en la cúpula? Pues el informe de la plataforma AirHelp establece que, por ese orden, ahí figuran el aeropuerto Hamad, de Qatar, y el de Tokio.
Los recurrentes problemas que atenazan al aeropuerto de Lisboa se han convertido en un mal endémico y han llevado al Gobierno socialista portugués a tomar la determinación de buscar una infraestructura alternativa, que no es otra que la construcción de un segundo aeródromo más o menos cerca.
Después de varios estudios, un documento oficial estipula que la mejor solución pasa por poner en pie un aeropuerto en Montijo, al otro lado de la capital portuguesa.
Por Francisco Chacón – ABC
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