Dos días después de la impactante suspensión de todos sus vuelos, la compañía australiana Qantas reinició su actividad.
Tanto desde Sidney como Melbourne volvieron a despegar los aviones de la legendaria empresa con el canguro como logotipo en sus recorridos internos y externos. La empresa recuperar hasta el miércoles la normalidad, informó DPA.
Qantas, la principal aerolínea del país, suspendió el sábado todos sus vuelos en una medida sin precedentes para reaccionar a las huelgas emprendidas por los sindicatos de ingenieros, personal de tierra y pilotos. La medida de choque era necesaria, defendió el director ejecutivo de la compañía, Alan Joyce, quien señaló que la continuación de la disputa hubiese puesto en peligro la supervivencia de la compañía.
El tribunal de arbitraje que dirime conflictos laborales, el «Fair Work Australia», puso fin a la disputa entre la compañía y los sindicatos en la noche del domingo al lunes al prohibir a las partes todas las medidas de presión y ordenar las negociaciones.
Si en tres semanas no se llega a un resultado, será un mediador el que determine la solución. Y ese era el resultado que Joyce buscaba. «Es un buen resultado», dijo. «El proceso de negociación está ahora en manos de un juez de arbitraje independiente. Respetaremos todas las decisiones», añadió.
En el aeropuerto de Melbourne los pasajeros celebraron la llamada en la tarde (local) de hoy del primer vuelo a Sidney, informaron medios locales. Desde el sábado, unos 68.000 pasajeros en distintos aeropuertos de Australia y del mundo quedaron varados. Los 108 aviones de Qantas en todo el mundo no despegaron. La irritación de los pasajeros era enorme.
En los últimos meses, los sindicatos han emprendido huelgas que condujeron a que la aerolínea suspendiera unos 600 vuelos. Pilotos, ingenieros y personal de tierra protestan contra los planes de Qantas de querer crear una nueva aerolínea para el negocio internacional en territorio asiático.
Los trabajadores tendrían que aceptar así condiciones de trabajo peores así como un salario más bajo. De esta forma Qantas quiere combatir el deficitario negocio de los vuelos extranjeros. Las compañías extranjeras trasladan el 82 por ciento de pasajeros hacia y desde Australia porque ofrecen billetes más baratos.
Los sindicatos sin embargo exigen que los pilotos de las compañías «low cost» de Qantas como Jetstar ganen lo mismo que los pilotos de Qantas. Además exigen que se garantice que todos los aviones serán inspeccionados en Australia.
Fuente: http://www.eluniversal.com
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