¿Qué tan revolucionario es el Boeing 787 Dreamliner?

El Boeing 787 Dreamliner supuestamente revolucionaría los viajes en avión con promesas de una mejor climatización de cabinas, menos náuseas, efectos más leves del cambio de horario, menos dolores de cabeza e incluso bebés que no lloran tanto.

A principios de febrero, cuando cumplió tres meses de servicio, pusimos a prueba la aeronave en un vuelo de 11 horas y media de Tokio a Fráncfort. En general, la cabina ofrece claramente mayor comodidad y las ventanillas más grandes y los compartimentos superiores para el equipaje de mano claramente son mejores. Pero no se haga ilusiones, sigue siendo un avión.

«Si me pusieran en una prueba con los ojos cerrados, diría que la diferencia no se nota», opinó Winfried Scherle, ejecutivo del fabricante alemán de lentes Carl Zeiss AG, durante el vuelo del 3 de febrero.

Otros afirmaron que aterrizaron sintiéndose más descansados. Tuvieron menos dificultades para dormir y notaron que sus ojos y fosas nasales se secaron menos de lo normal. No obstante, fue una pequeña mejora, no una diferencia drástica.

Boeing sostiene que cambios de diseño tanto en el interior como en el exterior de la cabina ofrecen una mejor experiencia. Con un fuselaje construido en gran parte con plásticos súper fuertes materiales compuestos de fibra de carbono en lugar de aluminio, el 787 puede tener una mayor humedad en la cabina ya que la oxidación no es una preocupación. El nivel de humedad en la cabina del Dreamliner es de entre 10% y 15%, comparado con entre 4% y 7% en otros aviones. Sin embargo, este porcentaje sigue siendo extremadamente seco.

La cabina está presurizada a una menor altitud que los jets convencionales, lo que disminuye los efectos de estar en el aire, como dolores de cabeza y fatiga, debido a una mejora de 6% en el oxígeno que absorbe el cuerpo a 1.800 metros de aktura frente a 2.400 metros, según un portavoz de Boeing. 

Estudios indican que ventanas más grandes ayudan a reducir los mareos, afirma la empresa, y las luces LED que simulan el amanecer, por ejemplo, pueden ayudar a aliviar los efectos de cambios de zonas horarias.

Un nuevo sistema de estabilización que permite vuelos más tranquilos cuando hay turbulencia está funcionando de forma parcial en los cinco aviones 787 en servicio hasta ahora, pero una actualización del software que se planea para las próximas semanas mejorará los viajes aún más, según el fabricante estadounidense.

¿Cumple el avión con las expectativas? El primero de noviembre, la aerolínea japonesa All Nippon Airways (ANA), el primer cliente del 787, empezó a volarlo dentro de Asia y el 21 de enero agregó el servicio de larga distancia entre Tokio y Fráncfort. Estos viajes más largos representan una prueba más exigente para evaluar la comodidad de los pasajeros.

«Para mí, no se sintió como una revolución, sino como una evolución natural», consideró Michael Grepo, experto en sistemas informáticos del gobierno estadounidense que aprovechó un fin de semana largo para volar en el nuevo 787. Grepo agregó que no se sintió tan corto de respiración como en otras aeronaves, y no tuvo que taparse la nariz y soplar para destapar sus oídos con tanta frecuencia. La luz naranja de la cabina antes del aterrizaje simulando la salida del sol fue tranquilizadora, señaló.

En mi caso, mis lentes de contacto no se secaron tanto como en otros vuelos largos, al igual que mi nariz. Sólo dormí una hora, en parte porque un bebé lloró varias veces durante la noche, pese a que el Dreamliner supuestamente disminuye el dolor de la presión atmosférica en los niños. De todos modos, no me sentí tan cansado como cuando hago viajes nocturnos sin dormir.

El avión viene con rejillas de ventilación individuales para los pasajeros, algo que es poco frecuente en los aviones de fuselaje ancho. Eso ofrece a los viajeros más control del flujo de aire y la temperatura. 

Nobumi Matsuda, quien dirige una clínica ocular en Tokio y estudia la salud visual de los pilotos de aerolíneas en Japón, tomó tres botellas de agua durante el vuelo del 3 de febrero y consideró que la mejora en la humedad del 787 no era suficiente. «Es mitad y mitad. Medio me gustó y medio me decepcionó».

Respecto a la decepción de los pasajeros, Boeing señaló en un comunicado que «aunque se puede argumentar que las mejoras en la comodidad del pasajero son incrementales, la combinación de tantos avances en un avión es revolucionaria».

El Dreamliner es el avión comercial que se ha vendido más rápido en la historia: 59 aerolíneas de todo el mundo han realizado pedidos de compra por 870 unidades del jet, que experimentó un retraso de tres años en la producción.

Varias aerolíneas de América Latina están a la espera del nuevo Boeing, entre ellas la chilena LAN, que el segundo semestre de este año será la primera en la región en volar el Dreamliner. En total, la empresa hizo un pedido de 32 jets 787, que espera recibir entre este año y 2020. Avianca es otra aerolínea latinoamericana en espera de Dreamliners. La empresa tiene un pedido de 12 aeronaves y estima que recibirá la primera el próximo año.

Los niveles de ocupación del 787 han sido mayores que en otros vuelos, lo que indica la popularidad del nuevo avión, según ANA. 

El 787 está diseñado para llevar entre 220 y 250 pasajeros, de acuerdo con Boeing. ANA acondicionó algunos de sus aviones con 264 asientos para viajes cortos y los 787 para vuelos de larga distancia con sólo 158 asientos, 64 de los cuales se encuentran en una cabina de clase ejecutiva.

Hasta ahora, a los pasajeros les ha encantado, afirma ANA. «Los auxiliares de vuelo dicen que es mucho mejor para su piel», añade la empresa, que llevará a cabo un estudio más detallado a fines de febrero. 

Algunos de los beneficios quizás sean tan sutiles que los pasajeros tardan un poco en notarlos. Al despertarse, Thorsten Hoffmann, un ejecutivo de ventas de Alemania, dijo que el avión se sentía como cualquier otro. Pero después de aterrizar, cambió su opinión del 787. «Me siento muy bien», aseguró Hoffmann al salir del avión. «Dormí más en este vuelo que en cualquier otro. Tal vez haya realmente una diferencia».

Fuente: http://online.wsj.com/