Aeroméxico pide nuevo aeropuerto en el DF.
En dos o tres años el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México estará saturado por el crecimiento del tráfico, por lo que es urgente la creación de uno nuevo, sostuvo el director general de Aeroméxico, Andrés Conesa.
En la capital chilena, el directivo agregó que a finales de esta década se aerotransportarán en México unos 100 millones de pasajeros por año y con la infraestructura actual «no nos daremos abasto», por lo cual hay que empezar a trabajar «lo más pronto posible».
Conesa dijo que el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México deberá ser la obra de infraestructura más importante de esta década en el país, «entonces desde ya hay que empezar a proyectarlo, a diseñarlo, a concursarlo, a licitarlo y a construirlo».
El ejecutivo de Aeroméxico, quien participó en Santiago en la Feria Internacional del Aire y del Espacio (Fidae) -que concluye este domingo- consideró que las dos grandes tareas pendientes de la aviación mexicana son la infraestructura y la regulación del sector.
Dijo que la infraestructura aeroportuaria fue privatizada en los 90 desde una perspectiva fiscal, recaudatoria, sin atender al objetivo de eficiencia, lo que generó aeropuertos caros y saturados, por lo que hay que abaratar costos y ampliar y modernizar las terminales.
Afirmó que el 80% de los retrasos de los vuelos de Aeroméxico se debe en la actualidad a terceros; es decir, a retrasos en la operación aeroportuaria que en nada dependen de las aerolíneas.
«Nosotros, que tuvimos un gran año en 2011, tuvimos márgenes (de utilidad sobre las ventas) de 5.0 y 6.0%, igual que otras aerolíneas, y los aeropuertos tienen márgenes del 25.0 y el 30.0%», comentó.
De acuerdo con Conesa, los costos aeroportuarios deben bajar y la infraestructura es un asunto de políticas públicas que debe ser abordado desde esa perspectiva, porque cuando fueron privatizados los aeropuertos mexicanos, hace 15 años, se transportaban 32 millones de pasajeros al año y hoy son 50 millones.
Mencionó que otro tema a resolver con urgencia en el sector es el regulatorio, pues las normas deben adaptarse a las nuevas condiciones de la aviación y las que existen ahora facilita el que si una aerolínea está en problemas se pierdan activos humanos (empleos) y físicos.
«Eso tiene que cambiar, tiene que haber cambios a la ley de concurso mercantil, a la forma en que se asignan los slots (horarios de despegues y aterrizajes), las rutas, las posiciones en aeropuertos, porque eso es lo que hace atractiva a una aerolínea», dijo.
Agregó que todos los cambios deben ir encaminados a facilitar la restructuración de aerolíneas en problemas y que haya mecanismos eficientes y ágiles para resolverlos sin poner en riesgo empleos y flotas que se echan a perder.
«Entonces esa es la tarea regulatoria más importante, el diagnóstico está hecho, pero hay que concretar los cambios», señaló Conesa, quien no quiso calificar como un caso ilustrativo la posible quiebra de Mexicana.
«Siempre habrá aerolíneas en problemas, como hay restaurantes e industrias, pero independientemente de las causas que lleven a las aerolíneas a esos problemas, se necesitan mecanismos para resolverlos de una manera ordenada», agregó.
Al referirse a la reactivación de Mexicana, aerolínea que se encuentra sin operar desde hace más de año y medio por insolvencia y que podría comenzar a funcionar con otro grupo económico, señaló que si se suma al mercado «será un competidor más».
«Nosotros estamos enfocados en Aeroméxico, Mexicana no nos compete. Estamos operando en un mercado muy competitivo y la competencia es muy buena para el desarrollo de las empresas, es un incentivo para ser mejores», manifestó.
Conesa participó el jueves en la Fidae en una conferencia sobre la aviación latinoamericana en la que también intervinieron los presidentes de las aerolíneas LAN, Enrique Cueto; de Copa Airlines, Pedro Heilbron, y de Avianca-Taca, Germán Efromovich.
Fuente: http://www.cnnexpansion.com/
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