Cuando el avión ya se encontraba en el aire, el personal preguntó si algún doctor se encontraba a bordo. El hombre recibió finalmente un masaje cardíaco, pero falleció algunas horas después. El cuerpo sin vida del pasajero fue cubierto con una sábana y ubicado a lo largo de tres asientos, junto al lugar donde estaba sentada la locutora, quien tuvo que pasar unas horas al lado del cadáver.
Tras regresar de sus vacaciones, Petterson decidió buscar una indemnización. Tras meses de negociaciones, la aerolínea Kenya Airlines finalmente le pagó US$ 713, aproximadamente la mitad de lo que le había costado el pasaje.
“Me siento mucho mejor. Es razonable. Por supuesto que no fue placentero (viajar junto a un cadáver), pero no soy de las personas que se atormentan a sí mismas”, indicó la pasajera sueca según recogió el diario “The Local”.
Las muertes durante los vuelos no son del todo extrañas. El pasado mes de mayo, un hombre murió durante un vuelo de American Airlines que iba a Miami. Asimismo, la aerolínea Jetstar ofreció US$100 a los pasajeros de un vuelo de 11 horas que iba de Singapore a Auckland, luego de que un hombre falleciera tras atragantarse con la comida que le sirvieron durante el vuelo.
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