El Boeing 747, la reina de los cielos, está por abdicar.

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Me entero de la noticia que el Rey de España, S.M. Juan Carlos I ha decidido abdicar en una mañana en la que además leo que Tim Clark, presidente de la aerolínea Emirates, dejó bien claro que el Boeing 747-8i, la más reciente versión de pasajeros de esta, a la que con justicia se le llama la “Reina de los Cielos”, simplemente no cabe en su flota.
Concebido hace medio siglo, el 747 voló por primera vez el 9 de febrero de 1969. De ser definitiva, la decisión de Emirates ahora sí forzará a Boeing a negociar con la Fuerza Aérea Norteamericana sus últimas necesidades de 747 con sofisticadas aplicaciones militares.
En especial los reemplazos de esos dos 747 en su versión VC-25, empleados actualmente por el gobierno norteamericano para el transporte de su presidente, momento en el que adquieren la designación de “Air Force One”, con los que seguramente cerrará la línea de producción de esta hermosa y revolucionaria aeronave, con unos mil 550 ejemplares entregados.
Me resulta irónico que la decisión de esta aerolínea de seguir apostando por el Airbus A380 y el Boeing 777X para atender sus necesidades en los mercados de máxima capacidad de pasajeros, pudiera ponerle fecha al fin de la producción del 747.
El contexto habla mucho de cómo ha cambiado la geopolítica del aerotransporte mundial en los últimos 50 años. Recordemos que en 1966 cuando Pan Am tenía el peso específico como lanzar una aeronave completamente nueva como el 747, que además duplicaba en tamaño y capacidad a cualquier otra aeronave comercial entonces disponible, los Emiratos Árabes Unidos no existían y su territorio era un protectorado del Reino Unido.
El aerotransporte local era dominado entonces por Gulf Air, aerolínea con sede en Bahrain, destino por cierto del primer vuelo regular del Concorde de British Airways en 1976.
¿Ethiad? ¿Qatar Airways? ¿Emirates? Cualquiera que hubiese intentado predecir en 1966 la existencia de aerolíneas con el poder impactar en el aerotransporte, los mercados y la construcción de aeronaves que tienen hoy en día estos tres gigantes del Medio Oriente, o predecir que Pan Am ya no sería otra cosa que una gran historia, seguramente hubiese sido tachado de loco.
La realidad es que los equipos de Boeing han estado tratando desde hace años sin éxito de convencer a estas importantes aerolíneas de ordenar el 747-8, en especial a Emirates, sin cuyos pedidos, otro gigante, el Airbus A380, estaría también agendando ya su entrega final.
Y es que a no ser por aeronaves subarrendadas bajo esquemas de “arrendamientos húmedos”, como ese 747-8F operado por Atlas Air en los colores de Ethiad, el 747-8 simple y sencillamente no interesa por esas latitudes.
Es por ello que algo me dice que por ahí, en una oficina del Pentágono en Washington D.C. se le está poniendo fecha a la entrega de los nuevos “Air Force One”, los últimos 747 que verán por primera vez la luz del día en la planta de Boeing Everett. De esta manera, conforme un Rey español abdica a favor de la modernidad, la “Reina de los Cielos” seguramente debe estar preparándose para seguir el mismo camino.
Por: Juan A. José
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