TAME es una de las empresas que el Gobierno analiza vender para sustentar la crisis, pues no pertenece a un sector estratégico de la economía nacional. La pregunta de cajón en este tema es si es o no rentable venderla en este momento.
El presidente, Rafael Correa, reveló que su venta está en análisis en su sabatina del 30 de abril. Entonces, mencionó a la aerolínea entre otras opciones como la hidroeléctrica Sopladora, el Banco del Pacífico y los medios de comunicación que están en sus manos, como TC Televisión y Gama TV.
La aerolínea busca actualmente un socio estratégico. Sin embargo, el mismo Presidente no supo mencionar si aseguraría su venta o daría apertura al capital privado, como en el caso de Flopec o la Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT), empresas que, al pertenecer a un sector estratégico, solo se pueden abrir al capital privado hasta en un 49%, para hacer una alianza público-privada.
Este año, la aerolínea cuenta con un presupuesto de 250 millones de dólares, monto asignado solo para la ejecución de funciones en 2016. En años anteriores la empresa salió a pérdida, con 58 millones de dólares en 2014 y 2015, señaló Paola Carvajal, exgerenta de TAME.
Adicionalmente, explica el analista económico Jorge Rodríguez Torres, se debe considerar que cuando una empresa es puesta a la venta, quien la compra adquiere tanto activos como pasivos. “Quien compra una empresa adquiere los bienes, pero también las deudas”, explicó.
En este sentido, Jaime Carrera, del Observatorio de la Política Fiscal, recuerda que TAME mantiene un pago pendiente por más de 60 millones de dólares a Petroecuador, por concepto de la venta de combustible.
“Esto es algo que tiene que valorarse adecuadamente. No sé si haya compradores de una empresa con esas deficiencias”, comenta Carrera. “No sería conveniente vender en este momento que es casi inviable y el entorno económico del país no favorece”.
Una venta a pérdida
“El contexto económico en general perjudica al precio de los activos”, asegura José Hidalgo, director de la Corporación de Estudio para el Desarrollo (Cordes). No solo por las pérdidas generadas por la aerolínea en los últimos años, explica, sino por la valoración de los activos y la disminución en la demanda de venta de pasajes aéreos.
“El gasto en turismo va a descender por la contracción económica. En un contexto de contracción, también habrá menos demanda de los servicios que presta TAME, volviéndola menos atractiva para un posible comprador”, asegura Hidalgo.
El experto explica que en la cotización de la aerolínea las rutas de vuelo también cuentan como activos. “En el mercado aeronáutico uno paga para poder volar cierta ruta, eso tiene un costo y cuenta como un activo, más allá de las aeronaves”, dice.
Recuerda que la aerolínea estatal dejó de volar entre Quito y Buenos Aires desde julio de 2015, en un intento por optimizar costos.
Esta fue la tercera ruta cerrada el año pasado. En enero de 2015 la empresa dejó de volar entre Quito y Sao Paulo (Brasil) y en febrero del mismo año canceló la frecuencia entre la capital ecuatoriana y Fort Lauderdale, en EE.UU.
Fuente: La Hora
Líder en noticias de aviación