¿Tienes en mente un viaje y no te apetece pagar un extra por el menú que ofrece tu compañía aérea? Olvida este problema tan común con 10 bocados sanos que podrás llevar en tu equipaje de mano.
Un snack apetecible debe ser bajo en calorías y azúcar añadido, contener mucha fibra y alta cantidad de proteína, aportar agua o líquido y ofrecer buena cantidad de nutrientes. Cuando viajamos hacemos todo lo posible para evitar la comida de los aviones, cara y cada vez más escasa a menos que hablemos de vuelos de larga distancia o en clase business. Skyscanner te da una serie de ideas para que en la mayoría de casos prepares en tu propia casa, asegurando así ahorro y calidad. Te presentamos 10 snacks saludables para subir al avión.
1. Sándwiches caseros
Una de las ideas más fáciles de cocinar y también más económicas es llevar tus propios sándwiches hechos en casa. Compra pan de molde más sabroso que el blanco o integral, los hay realmente ricos a base de cereales y semillas, y rellénalo con lo que más te apetezca: jamón de York y queso, atún y mayonesa, jamón serrano y tomate natural, pavo y pepino, huevo revuelto y aguacate… Esta idea también es aplicable a bocadillos. Los de tortilla francesa son más sanos y puedes añadir ingredientes a tu gusto, aunque has de tener cuidado de que el pan no se ablande, o bagels, que con una simple crema de queso y salmón ahumado son una verdadera delicia allá donde vayas.
2. Wraps al gusto
Elaborado con pan plano o una especie de tortilla mexicana que se puede enrollar, hay muchísimas posibilidades para rellenar un wrap, pero de ti depende que este snack para subir al avión sea más o menos sano. Ya hay varias marcas que los venden en el mercado, así que solo tienes que preocuparte de qué es lo que te apetecerá comer cuando estés sobre las nubes. Algunas ideas que te damos desde Skyscanner son: pollo a la plancha, rúcula y vegetales, de estilo griego: con queso feta, pepino, lechuga y tomate; de aguacate y atún, de pavo, apio y almendras, de berenjena a la plancha y queso de cabra…
3. Crudités con hummus
El hummus es una crema de puré de garbanzos cocidos muy popular en Oriente Medio y uno de los mejores acompañamientos para una buena ración de vegetales crudos o crudités. Escurre los garbanzos del jugo de la conserva, introdúcelos en un vaso de batidora junto con un diente de ajo, semillas de sésamo ligeramente tostadas, una cucharada de zumo de limón y aceite de oliva. Tritura hasta conseguir una pasta fina, espolvorea con pimentón y una pizca de pimienta y sal, y voilà! Prepara un buen tupper con tiras de zanahoria, calabacín, apio, pimientos verde y rojo, y un puñado de tomates cherry y tendrás un snack sano y muy, pero que muy rico para subir al avión.
4. Ensalada en tupper o bote de cristal
Otra de las mejores maneras de matar la gula cuando viajamos es con una pequeña ensalada que habremos preparado en casa. Es importante que ya esté aliñada para pasar el control de seguridad, aunque eso puede suponer que sus ingredientes se ablanden si no la comes rápidamente, o que lleves el aliño aparte en un pequeño recipiente de no más de 100 mililitros que deberás introducir en la bolsa de líquidos. Lo demás ya queda a tu elección: una base de brotes verdes, rúcula, canónigos, espinacas, pasta, arroz o quinua, y la proteína que más te guste: pechuga de pollo asada o a la plancha, atún al natural, cangrejo, pavo, jamón de York…
5. Barritas energéticas o de cereales
Si quieres engañar al hambre o solo has de tomar un vuelo corto, uno de los snacks más cómodos de llevar en cualquier parte del mundo son barritas energéticas o de cereales. Aunque las primeras de ellas puedes prepararlas tú mismo en casa ligando frutos secos, cereales y fruta deshidratada con miel, yogur o chocolate fundido al baño maría, lo menos complicado es comprarlas en alguna tienda deportiva tipo Decathlon. Si prefieres barritas de cereales, será muy fácil encontrar de muesli, trigo, arroz, avena o maíz en la sección de pan y desayunos de supermercados económicos como Día o Mercadona, muchas de ellas de marca blanca y buena calidad.
6. Frutos secos
Nueces, avellanas, almendras, pistachos, anacardos, cacahuetes o piñones son algunos de los frutos secos más habituales. Aunque puedes comprarlos a bordo, suelen triplicar su precio y así llevarás tus preferidos. Hazte con una bolsa para subir al avión y aportar a tu cuerpo una buena dosis de antioxidantes. Además, puedes organizar una mezcla con varios frutos secos y añadirles dátiles, higos secos, ciruelas pasas, orejones, cerezas secas o coco deshidratado para contrastar dulce y salado. En las tiendas de algunos aeropuertos las venden ya preparadas, pero ten en cuenta que, a menudo, llevan aditivos y aceites que los convierten en calóricos y no tan saludables.
7. Snacks crujientes
Existen tantos como gustos. Aunque seguro que el primero que te viene a la cabeza es una bolsa de patatas fritas. Olvídalo. 100 gramos contienen cerca de 500 calorías, de las cuales un 60% son grasas, equivalente calórico a medio kilo de manzanas o un plato de pasta cocida. Te hemos convencido, ¿verdad? Decántate por palomitas de maíz, que puedes llevar desde tu domicilio preparadas al microondas en tan solo unos minutos, palitos de pipas, bolitas de wasabi, un rábano japonés que tiene verdaderos adeptos y cuyo picante ‘explota’ en tu boca, o algunos de los chips en forma de vegetal que últimamente inundan el mercado: kale, remolacha, apio, boniato o chirivía.
8. Fruta fresca
Sin duda, el aperitivo más sano del mundo. Prepara bolsas de plástico individuales o un pequeño tupper y llénalo con tus frutas preferidas, si lo deseas, ya cortadas y peladas, pero siempre en una bolsa o recipiente transparente para que pases el control de seguridad sin ningún problema. Las más cómodas para subir al avión son aquellas que no suelten demasiado líquido: manzanas, fresas, plátanos, arándanos, grosellas, uvas… Si prefieres llevar piezas enteras, no olvides un cuchillo de plástico para pelarlas a bordo. La fruta es rica en vitaminas, minerales, fibra para saciar el apetito y contiene gran cantidad de agua, muy importante para mantenerse hidratado durante el vuelo.
9. Sushi
Al mejor estilo del bento japonés, una ración de sushi puede convertir cualquier viaje en una experiencia deliciosa. Aunque también puedes hacerlo en tu hogar, a menos que seas un experto conlleva bastante trabajo y no es aconsejable para experimentar por primera vez antes de salir hacia el aeropuerto. Compra alguna bandeja preparada en un restaurante japonés o supermercado y, ya de paso, hazte con edamame o ensalada de algas, dos de los mejores acompañamientos para sushi. Recuerda extraer las bolsitas de salsa de soja, jengibre encurtido y wasabi y ponerlas debidamente en tu bolsa de líquidos para pasar el control de seguridad sin problemas.
10. Queso (de Cabrales no, por favor)
Estírate y pide una botellita de vino tinto, maridaje perfecto con que acompañar este snack saludable para subir al avión. Ten en cuenta que algunos quesos, como el Cabrales, Roquefort o Camembert tienen un olor muy fuerte y podría molestar a tus compañeros de viaje, por lo que es recomendable optar por variedades más curadas. El parmesano, por ejemplo, mejora la digestión y salud intestinal, el Pecorino Romano es rico en calcio, o el cheddar envejecido contiene niveles muy bajos de lactosa, perfecto si eres intolerante a este azúcar presente en la leche de los mamíferos. Y, si además has elegido el snack número 8, recuerda: ‘Uvas y queso saben a beso’.
Fuente: Skyscanner
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