¿Pollo o pasta?, se cumplen 90 años de la primera vez que se sirvió comida en un vuelo.
Sea como fuera, la pregunta del «¿pollo o pasta?» llegó alguna vez a los oídos de quienes volaron y la historia de la aviación comercial señala que este lunes se cumplieron 90 años de la primera vez que se sirvió comida a bordo.
En versión luxury, esa bandejita fundacional fue servida el 1° de mayo de 1927 en los aviones de la compañía Imperial Airways, hoy British Airways. Se llamaba Silver wing y la degustaron los pasajeros de la ruta París-Londres.
Ya desde esa época, además de la duración del vuelo y las diferentes clases dentro de un avión, era necesario distinguir la comida a bordo entre aerolíneas low cost o no. Eso será casi una regla en Argentina con el inminente aterrizaje de las aerolíneas de bajo costo: se irá de la comida de chef con estrellas de primera clase al «se paga por todo» .
Latam tiene un servicio específico de comida para sus vuelos domésticos en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú. Es más cercano a la típica «cajita» y en nuestro país es un alfajor Havanna, una galletita y un snack, o una medialuna con jamón y queso o un muffin dependiendo del horario. «En vuelos internacionales más largos, queremos que la experiencia del pasajero sea aún más regional», explican a Clarín desde Latam.
En noviembre, la aerolínea anunció el nuevo modelo negocio para los seis mercados domésticos donde opera. Y hablan de un «cambio histórico» en su servicio de comida.
Según confirmaron a este diario, a partir de junio de 2017 en Argentina (en la región se implementará en distintas fechas), los pasajeros de tramos cortos «van a poder elegir qué consumir y van a pagar sólo por eso».
A lo largo de este proceso -aseguran- «debería resultar en un descenso en el precio de los pasajes (se estima de tarifas hasta un 20% más baratas en vuelos domésticos)». Por ahora, el descuento no será tal, ya que el costo de la cajita por pasajero ronda los 3 dólares.
Quienes estén sentados en la clase ejecutiva, tanto para vuelos regionales como para los más largos, la propuesta del menú consta de varios pasos: 1. Entrada (ensalada o quesos) 2. Plato principal (carne, pescado o pastas) 3. Postre (variedad de opciones). Luego sigue el café. «Se ofrecen vinos chilenos y argentinos. Para el que es extranjero y quiere probar lo local», ponen como ejemplo del toque regional del menú.
Además, incluyen una «propuesta express» que tiene como objetivo extender las horas de descanso a bordo.
En la clase económica en rutas internacionales, la bandejita trae una ensalada de entrada, un plato principal (pasta o carne) y postre. Acompaña el pan y la manteca. También hay vinos de este y del otro lado de la cordillera y el café llega después de la cena.
“Nuestro objetivo es que las tarifas sigan bajando y sean cada vez más las personas que ocupen el avión y que quienes ya lo utilizan puedan volar más. Este modelo [que sigue la tendencia de las low cost] busca satisfacer las necesidades del pasajero actual que valora (…) ser dueño de sus propias decisiones y tener las herramientas para influir activamente en su experiencia de viaje, pagando sólo por los servicios que va a utilizar”, destacó Enrique Cueto, CEO de Latam.
Ahora se puede elegir si se calienta o se sirve fría en bandejas ya armadas. Pero hasta hace 50 años, la comida era a base de carne al horno, langostas y jamones que se cortaban en el momento.
Las fotos de Scandinavian Airlines muestran los menúes para los pasajeros entre los años 50 y 80, con servicios de chefs, caviar y champaña que daban la bienvenida a bordo como en los mejores restaurantes del mundo.
El chef Gordon Ramsay también fue noticia cuando reveló por qué no come la comida del avión, aunque viaje en primera. «Trabajé para compañías aéreas durante 10 años. Sé donde fue conservada la comida y cuánto tiempo transcurre hasta que es servida a bordo.»
En Europa, publica el diario británico Daily Mail, «la mayor parte de las comidas a bordo proviene de Gate Gourmet en Suiza o de LSG Sky Chef en Alemania, que sirven a más de 160 compañías aéreas. La mayor parte de estas cocinas industriales prepara unos 25.000 platos al día, mientras la más grande del mundo, que está en Dubai, llega a las 170.000 diarias, con 58 millones de sandwiches, 4.300 toneladas de pollo y 3,6 toneladas de langosta por año».
Fuente: El Clarín
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