Rusia y China quieren acabar con el dominio de Boeing y Airbus en el mercado.

Rusia y China han reunido sus esfuerzos para construir un avión de pasajeros de fuselaje ancho que pueda competir con las aeronaves construidas por las empresas Boeing y Airbus, informa la revista The Wall Street Journal.

De acuerdo con la revista estadounidense, este proyecto, una vez más ha demostrado las estrechas relaciones que han sido entabladas entre Pekín y Moscú.

La compañía aeronáutica china Comac y la corporación rusa OAK han anunciado que el nuevo avión con capacidad de 280 pasajeros empezará a operar en la mitad o a finales de los años 2020.
Anteriormente Rusia y China habían estado desarrollando aviones que pudieran acabar con el monopolio de las empresas Airbus y Boeing en el mercado de los aviones de fuselaje estrecho, indica la revista.

La primera aeronave de fuselaje estrecho de China se elevó al aire a comienzos de mayo. Se espera que el modelo ruso MC-21 realice su primer vuelo en los próximos meses.

El nuevo proyecto conjunto de China y Rusia permitirá aunar los conocimientos y los recursos de ambos países en aras del desarrollo de la aeronave de fuselaje ancho, que se bautizó en Pekín como C929.
Aparte del beneficio comercial, este proyecto demuestra los estrechos lazos que han sido alcanzados entre Rusia y China, países que hasta el fin de la Guerra Fría había sido adversarios irreconciliables.

«China necesita la tecnología militar y los recursos energéticos de Rusia, mientras que al país eslavo le hacen falta las inversiones chinas. Ambas naciones buscan cambiar el orden mundial y contribuir al desarrollo de la cooperación estratégica como contrapeso a EEUU», dijo el profesor de la Universidad Lingnan, Zhang Baohui.

El diseño del avión se llevará a cabo en Moscú, mientras que el trabajo de montaje de la aeronave tendrá lugar en Shanghái, informó anteriormente el medio chino China Daily.

Fuente: Sputnik News