Los empleados de Ryanair han sido informados de que se podrían enfrentar a medidas disciplinarias si no venden más productos en cabina como perfumes o tarjetas de ‘raspa-y-gana’. Mediante una carta a la que ha tenido acceso el periódico The Guardian, las empresas que contratan trabajadores para la aerolínea irlandesa les habrían advertido de que, por ejemplo, sus horarios de trabajo se verían significativamente alterados si sus ‘ventas por vuelo’ no alcanzan unos mínimos.
No es la primera polémica de este tipo protagonizada por Ryanair, ya que la aerolínea tuvo que desmentir recientemente que hubiese presionado directamente a sus trabajadores para vender más. La nueva carta pone el foco sobre diez productos, entre los que se encuentran bebidas o dulces, cuyas ventas son menores de lo que deberían ser. También fija implícitamente un objetivo mínimo por vuelo, recordando a la tripulación que en demasiadas ocasiones no se superan las 45 libras en ventas.
Textualmente, el mensaje enviado por empresas como WorkForce International Contractors afirma que “este rendimiento no es aceptable” y que “está claro” que no están haciendo su trabajo a bordo, según publica The Guardian. Añade que las ventas de cada vuelo son estrictamente monitorizadas y, que si no cumplen con lo que se les exige, se tomarán medidas y “podrían estar sujetos a procedimientos disciplinarios”.
La venta de productos en cabina supone el 27% de los ingresos anuales de Ryanair
La importancia de las ventas de productos en cabina para Ryanair es considerable: suponen el 27% de sus ingresos. La comida, la bebida, los productos de cosmética o los ‘rasca y gana’ le aportan un montante total de alrededor de 1.500 millones de libras anuales. Y la compañía irlandesa pretende que el porcentaje aumente hasta el 30%.
El sindicato Impact ha mostrado su rechazo total a una carta que considera “espantosa”. Defiende que el trabajo principal de la tripulación debe ser la seguridad de los pasajeros y que las ventas son algo secundario. Desde Ryanair han respondido que la carta no marca ninguna obligación para los empleados más allá de cumplir con su trabajo y mostrar un progreso continuado en sus aptitudes a la hora de realizarlo.
Por: Josevi Morales – El Ibérico
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