Después de cinco años de estar en Ecuador, el único A330 de Tame, el más grande que tenía la aerolínea, fue despedido la tarde de este domingo de la capital.
La nave partió de Quito y aterrizó en Guayaquil. Tenía previsto seguir rumbo a Reino Unido. De la capital fue despido con arcos de agua.
Ese avión cubrió primero la ruta Guayaquil-Nueva York y luego Quito-Nueva York.
Tame decidió devolverlo antes de tiempo al propietario debido a las pérdidas que le estaba dejando esa ruta.
El avión iba a entregarse en el aeropuerto St. Athan (Reino Unido). La tripulación está formada por Hernán Carrera, Francisco Jácome, Stephany Rosero y Esteban Serrano.
Complicaciones para una operación rentable
Durante su operación, la nave tuvo algunos mantenimientos no programados que le originaron problemas en el cumplimiento del itinerario.
Tener un solo A330 también le representaba un costo significativo. Debía tener pilotos, mecánicos y personal para atender esa ‘flota’ de un solo avión. Un alto costo para una sola línea de producción con un avión que solo volaba 14 horas y el resto estaba parado.
Y por eso, este A330 no entra en los planes de homologación que tiene la empresa en este 2019.
Tame ha indicado que se concentrará este año en fortalecer su presencia en el mercado doméstico.
Por El Universal
Foto: Ryotaro Shinozaki
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