Boeing cierra 2019 con el peor saldo de pedidos en casi tres décadas.

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Boeing ha cerrado en 2019 su año más negro. La firma estadounidense ha registrado por primera vez en décadas más cancelaciones que pedidos en el ejercicio (saldo negativo de 87 naves comerciales). Además, ha anunciado este martes que registró la mayor caída en el número de entregas en 11 años.

El año para olvidar se inició con dos accidentes, que dejaron más de 300 muertos, ambos con el modelo estrella para el corto y medio radio del fabricante estadounidense: el 737 MAX. Uno de ellos fue a finales de 2018, en octubre, con un avión de la aerolínea Lion Air. El otro, en marzo de 2019, de la compañía Ethiopian Airlines. Dos golpes de los que todavía no ha conseguido reponerse Boeing. De hecho, hace 10 meses se prohibió la circulación del modelo y todavía sigue a la espera de saber cuándo se levantará el veto.

Esto ha tenido consecuencias directas sobre la producción. Un claro ejemplo de ello es la caída en el número de entregas y, sobre todo, el haber registrado más cancelaciones que pedidos en el año. En concreto, hubo 87 cancelaciones más que pedidos en 2019. Un portavoz de Boeing aseguró que no estaba seguro de cuándo la compañía perdió por última vez los pedidos de aviones comerciales en el año, pero “definitivamente no ha sucedido en los últimos 30 años”, afirmó.

Son muchas las compañías que siguen pendientes de la evolución de lo que ocurra con el 737 MAX, como por ejemplo Ryanair, que avanzó en las últimas semanas que tiene dudas sobre si recibirá este año los pedidos encargados a Boeing, lo que podría provocar el cierre de nuevas bases de la low cost irlandesa.

Al haber permitido cancelar o modificar los pedidos anteriores a los accidentes registrados, el fabricante de aeronaves solo recibió 54 nuevos pedidos en el último ejercicio y sus entregas fueron menos de la mitad de las de un año antes. Solo 10 meses después del segundo accidente del 737 MAX, Boeing se enfrenta todavía a un retraso de más de 5.400 pedidos de sus aeronaves para vuelos de larga y corta distancia.

Mientras tanto, su competidor europeo Airbus vive un momento dulce y se aprovecha, en parte, de la caída de Boeing. El fabricante europeo anunció a principios de mes que alcanzó en 2019 los 768 pedidos, restadas las cancelaciones pertinentes, y entregó 863 aeronaves, una cifra récord para la compañía.

Boeing ha explicado que sus entregas cayeron un 53% el último año, hasta las 380 unidades, ya que la prohibición de vuelo de los 737 MAX le imposibilitó realizar las entregas correspondientes y le obligó a reducir su producción a la mitad a principios de enero.

Por El País

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