Los herederos de Korean Air se pelean por el control de la aerolínea.
El conglomerado asiático Hanjing Group, el grupo económico que controla Korean Air, afronta el nuevo año inmerso en una disputa de tintes machistas. Y es que Heather Cho Hyun-ah, heredera legítima de la empresa, acusa a su hermano (también heredero de la compañía) de querer controlar en solitario la aerolínea coreana, en contra de los deseos de su padre, que quería que fuera la familia controlara la empresa.
Cho Yang-ho falleció en California en abril de 2019 y, de acuerdo con las palabras de su hija mayor, él habría querido que ella y su hermano Walter Cho-Won-tae, que figura como director ejecutivo de la empresa, «cooperaran y dirigieran el negocio juntos». Palabras que, según Forbes, han pasado casi desapercibidas para Walter, quien ha tomado numerosas decisiones sin consultarle.
«Sin consentimiento real ni discusiones internas suficientes, Cho Won-tae fue designado para representar al grupo Hanjing. […] El fallecido presidente había pedido a sus familiares que lideraran Hanjing con armonía. Pese a ello, el presidente Chon Won-tae ha estado tomando decisiones de gestión que no están alineadas con la voluntad del difunto presidente. De igual manera, tampoco ha sido sincero durante las discusiones familiares sobre cómo debe gestionarse el grupo», expresó Heather en un comunicado que fue publicado antes de Navidad.
Hasta el 23 de noviembre, la participación de Heather en el grupo incluía el 6,49% de las acciones, mientras que su hermano poseía 6,52%. No obstante, de acuerdo con medios como Channel News Asia, el panorama podría cambiar durante las próximas semanas, debido a que, gracias a su comunicado, los inversores podrían estar de acuerdo en aliarse con Heather y aumentar su participación en la empresa. Aun así, la empresaria ha declarado que no pretende desestabilizar Korean Air, ni crear un impacto negativo en el valor de la compañía.
Pero la imagen de Heather sí causa cierto resentimiento en la población coreana… ¿El motivo? Un escándalo que provocó en 2014 cuando ella, como vicepresidenta de la aerolínea, hizo que una avión de su empresa, que estaba a punto de despegar desde el aeropuerto J.F.K de Nueva York, volviese a la puerta de embarque porque no le gustó cómo la azafata le sirvió nueces en primera clase. A raíz del incidente, y del comportamiento violento de la mujer con el jefe de cabina, Heather debió pasar cinco meses en la cárcel.
Aunque esa no es la única polémica que ha sufrido Korean Air en el último tiempo. Porque Emily Cho -la hermana de Heather y Walter- perdió los estribos en 2018, en una reunión de negocios, y lanzó un vaso de zumo de ciruela al director de una compañía de publicidad. Un arrebato que no solo le costó una pésima reputación en su país, sino que también la suspensión de la compañía. A causa de ello, posteriormente, su padre debió pedir disculpas en su nombre.
Un año antes de morir, Cho Yangho se vio obligado a asumir los comportamientos erróneos de sus hijas y, según la prensa local, aseguró a sus clientes que la compañía intentaría mostrar una administración más sólida y una dirección confiable. Por lo que el hecho de que su última voluntad fuese que sus herederos dirigieran la empresa no deja de generar controversia en Corea del Sur. Sin embargo, pareciera que la decisión final sobre quién dirigirá Korean Air, podría ser aún más controvertido. A pesar de ello, todavía no se vislumbra una posible solución al conflicto.
Por Andrea M. Rosa Del Pino – El Mundo
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