Qantas posterga la compra de los A350-1000 para el Proyecto Amanecer.

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El entusiasmo inicial de Qantas por lanzar el Proyecto Amanecer, o sea los vuelos de 18 a 20 horas de Sídney a Londres y Nueva York, se ha enfriado debido a la crisis desatada por el coronavirus.

La aerolínea australiana solicitó a Airbus que la compra de los A350-1000, que debía cerrarse el 31 de marzo, sea postergada hasta el segundo semestre del año, aunque no precisó una fecha exacta.

Qantas negociaba con Airbus para adquirir 12 A350-1000 modificados, que tendrían el añadido de un tanque de combustible extra, que les permitirá realizar el vuelo más largo del mundo sin escalas.

La hoja de ruta de la aerolínea es que la adquisición se concretara en la primavera, y mientras negociaba con los sindicatos la disponibilidad de recursos humanos para estas rutas, iba definiendo las operaciones técnicas para que en el 2023 estos vuelos ultra largos estén en marcha.

Cada uno de los A350-1000 tiene un valor de mercado de 351 millones de euros, por lo que la inversión total superaría los 4.200 millones de euros; aunque también cabe esperar grandes descuentos por parte de Airbus.

El consejero delegado de Qantas, Alan Joyce, confirmó las negociaciones con Airbus, pero dijo que el fabricante europeo no tomó ninguna decisión.

La sequía de ventas

Airbus suele presionar a las aerolíneas a que cierren sus operaciones de compra advirtiendo, como si fueran vendedores de coches, que hay otros clientes dispuestos a llevarse a estos aviones.

Pero la crisis del coronavirus cambió estas reglas del juego. Durante marzo, Airbus no logró ninguna orden de venta, aunque pudo entregar 55 aeronaves a sus clientes.

Recorte de las operaciones de Qantas

Qantas recortó el 25% de sus operaciones internacionales hasta septiembre. Entre las medidas dispuestas se encuentra el cese de los vuelos de la mayoría de sus A380.

La compañía cuenta con 12 aeronaves de este tipo, de las que ocho permanecerán en tierra y otras dos se encuentran en los talleres en plena renovación de las cabinas. Solo se quedará con dos aviones de cuatro motores para sus rutas de largo radio.

Es una medida similar a la que tomó Lufthansa el viernes, que no puede poner en el aire a estos gigantes cuando su ocupación ronda el 35%.

La mayoría de las rutas que realizaban los A380 serán operadas por los Boeing 787 Dreamliner, que tienen una capacidad de 236 pasajeros, frente a los 484 del coloso de Airbus.

Por Cerodosbe

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