IATA pide al Gobierno de Panamá que apoye a la aviación frente a la crisis del COVID-19.

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La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, en siglas en inglés) pidió medidas de apoyo por parte del gobierno de Panamá, con el fin de enfrentar el impacto de la crisis del COVID-19 sobre el sector del transporte aéreo.

La propagación del COVID-19 prácticamente ha paralizado el tráfico aéreo a nivel mundial, presentando un desafío sin precedentes para la aviación, el turismo y el comercio —industrias vitales para el bienestar social y el desarrollo económico de los países. En Panamá, la conectividad aérea —con 89 destinos internacionales que unen al país con el resto del mundo y favorecen la llegada de turistas— es determinante para su estabilidad y desarrollo económico. IATA hace un llamado a las autoridades para analizar iniciativas que provean asistencia inmediata y necesaria, así como a mediano y largo plazo, para las aerolíneas, sus empleados y toda la cadena de valor que se beneficia de la industria.

“La aviación mundial se enfrenta a una crisis sin precedentes. El tráfico de pasajeros se ha detenido y los flujos de caja son casi inexistentes hoy en día. Estimamos que los ingresos generados por el mercado panameño tendrán una caída —durante 2020 y en comparación con el año anterior— que superará los 700 millones de dólares. En ese contexto, aunque las líneas aéreas proactivamente hayan tomado medidas de emergencia para reducir el impacto económico en sus compañías, la gravedad de esta situación hace imperioso el apoyo del gobierno nacional para salvaguardar la liquidez que permita a las líneas aéreas sobrevivir a esta crisis y, por consiguiente, proteger los miles de empleos directos e indirectos generados por el transporte aéreo, así como, el flujo de turistas y negocios a al país. Esto, considerando que se estima que la industria de la aviación a nivel mundial podría sufrir una severa crisis de liquidez de hasta 61,000 millones de dólares (US) en el segundo trimestre”, sostuvo Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas.

El transporte aéreo es una de las piedras angulares de la economía de Panamá, apoyando a una cadena de valor que incluye PYMES y corporaciones y multinacionales, una gran variedad de sectores, como, por ejemplo, la hotelería e instalaciones turísticas. Así la industria del transporte aéreo en Panamá aporta 8,500 millones de dólares (US) al PIB del país y sostiene unos 238,000 puestos de trabajo directos e indirectos. En total, 14% del PIB de Panamá se sostiene con los insumos del sector del transporte aéreo y los turistas extranjeros que llegan por vía aérea.

Según previsiones de IATA, como consecuencia de la crisis del COVID-19, la contribución del sector al PIB de Panamá podría bajar unos 4,600 millones de dólares (US) y colocar hasta 12,000 puestos de empleo directos y 126,000 indirectos en riesgo.

“Sin medidas de alivio inmediatas, las aerolíneas que hoy operan en Panamá no estarán en condiciones de continuar sus operaciones en los niveles anteriores a la crisis, o en el peor caso, podrían dejar de existir por completo. Esta asistencia significa asegurar las cadenas de suministro esenciales por vía aérea, preservar el mayor número posible de puestos de trabajo y garantizar que la conectividad y el turismo puedan recuperarse rápidamente», añadió Cerdá.

A fin de amortiguar el impacto financiero de la mejor manera posible, el gobierno podría considerar las siguientes opciones, similares a las tomadas por países como Brasil, Colombia, Estados Unidos, Noruega y Nueva Zelanda, entre otros:

Tasas y cargos aeroportuarios: Suspensión del cobro por el estacionamiento de aeronaves en el Aeropuerto Internacional de Tocumen dado el cierre y eventual reducción de las operaciones de las aerolíneas. Asimismo, el diferimiento del pago de los cargos aeroportuarios por un tiempo determinado, así como un congelamiento de las tasas por dos años. Esto reducirá la presión sobre el flujo de caja de nuestros miembros.

Plan de negocios de emergencia: Postergación temporal del pago del dividendo que el Aeropuerto Internacional de Tocumen paga al Tesoro Nacional. Eso permitirá que el Aeropuerto Internacional de Tocumen fortalezca sus finanzas y pueda a la vez apoyar a sus clientes.

Aplazamiento de los gastos de capital: Conscientes de que las inversiones son necesarias para el crecimiento del aeropuerto, solicitamos aplazar las inversiones que no sean vitales. Por otra parte —y con previa consulta a las aerolíneas— estudiar acciones que permitan fortalecer la posición competitiva de Tocumen cuando los vuelos regresen a sus volúmenes previos a la crisis.

Facilidades crediticias: Formular políticas e incentivos que permitan a la industria aérea acceder a facilidades crediticias, para mitigar el impacto económico en el sector y, de esa forma, brinde opciones para ayudar tanto al sector turístico como al aerocomercial.

«Tan pronto como el virus COVID-19 esté bajo control, la economía mundial tendrá que reconstruirse. La conectividad aérea en turismo y comercio exterior será esencial para que eso suceda. Para Panamá es imprescindible mantener su conectividad aérea del país —la mejor de la región— que no solamente ha permitido que el transporte aéreo se convierta en uno de los principales pilares de su economía, sino que permite que Panamá pueda ofrecer su belleza natural —sus playas, montañas, y mares— a turistas de todo el mundo que pueden llegar fácilmente por la vía aérea”, sostuvo Cerdá.