Boeing está listo para retomar las entregas de aviones a China, tras una interrupción provocada por las crecientes tensiones comerciales entre Washington y Pekín. Un 737 MAX con los colores de Xiamen Airlines despegó desde Seattle el viernes rumbo a Kailua-Kona, Hawái, primera escala del trayecto habitual hacia el centro de entregas de la compañía en China, según registros de FlightRadar24.
Una pausa que comenzó en abril
En abril, Boeing se vio obligado a suspender las entregas a clientes chinos como respuesta directa a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Esta medida afectó severamente tanto a la fabricante como a las aerolíneas del gigante asiático. La interrupción incluso obligó al fabricante estadounidense a repatriar al menos tres unidades del modelo 737 MAX desde su centro de finalización en Zhoushan, cerca de Shanghái, a Estados Unidos.
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Reanudación impulsada por acuerdo temporal
El 12 de mayo, EE.UU. y China acordaron levantar la mayor parte de los aranceles por 90 días, abriendo la puerta a una reanudación progresiva de las entregas. El CEO de Boeing, Kelly Ortberg, confirmó el 29 de mayo que las aerolíneas chinas retomarían las recepciones de aviones a partir de junio.
Además, el presidente Trump anunció que representantes de ambos países se reunirán el 9 de junio en Londres para discutir un posible acuerdo comercial más amplio.
China, un mercado clave para Boeing
China representa alrededor del 10% de la cartera comercial de Boeing, lo que la convierte en un mercado estratégico. En abril, la compañía tenía previsto entregar 50 aeronaves a aerolíneas chinas en el resto del año, de las cuales 41 ya estaban en producción o preensambladas.
Aunque Boeing mencionó que otras aerolíneas mostraron interés en adquirir los aviones rechazados por China, no llegó a redistribuirlos. La prioridad seguía siendo reducir el nivel de inventario acumulado.
Silencio oficial desde China
Ni el gobierno chino ni Xiamen Airlines han emitido comentarios sobre la reanudación. Por su parte, Boeing se ha mantenido discreto sobre el destino final del 737 MAX que salió de Seattle. A pesar de ello, la reactivación de los vuelos de entrega es una señal clara de que las relaciones comerciales están comenzando a descongelarse.
La reanudación de entregas a China representa un respiro financiero para Boeing y marca un paso positivo en la recuperación de las relaciones bilaterales. Mientras se espera el resultado de las conversaciones del 9 de junio en Londres, la industria de la aviación observa de cerca cada movimiento.
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